La tormenta tropical “Laura” que desató su fuerza en distintas partes del Caribe, dejando muertes y destrozos en República Dominicana y Haití, acaba de convertirse en un huracán. El fenómeno ahora está atravesando el Golfo de México, y se dirige hacia los Estados Unidos. Esta amenaza ha provocado la evacuación para todos los ciudadanos del condado de Jefferson en Texas.
Según los datos metereológicos de la NOAA, la tormenta Laura entró a la primera categoría de huracán, con vientos que se sostienen en los 120 kilómetros por hora. Se ha previsto que el fenómeno se fortalezca durante el transcurso de los próximos días, para entrar a las siguientes categorías. El centro del huracán se encuentra aún a más de mil kilómetros de Lake Charles, Louisiana; sin embargo, sus residentes ya se están preparando para el impacto de las tormentas. Las tiendas de víveres y comestibles recibieron largas filas, algunos ciudadanos tuvieron que esperar 30 minutos para ser atendidos dentro de los locales.
Otro de los fenómenos naturales que está presente es la tormenta Marco, cuyos vientos han disminuido considerablemente, pero que tendrá un impacto en los estados circundantes. Louisiana también es uno de ellos, el gobernador de Texas, dio a conocer ayer su solicitud para declararse en estado de desastre por la llegada de ambos fenómenos. Asimismo, estados como Oklahoma, Florida y Tennessee, también esperan el impacto de las tormentas, pero no han solicitado una intervención excepcional del gobierno.
Algunos meteorólogos aseveraron que el huracán podría debilitarse al ingresar a los Estados Unidos, sin embargo, estas afirmaciones no han dejado tranquilos a los residentes norteamericanos. Los preparativos para una posible catástrofe no están siendo descartados.