El proyecto de ley presentado por Perú Libre, por el cual se plantea suspender el pago de créditos durante 2 años, podría generar graves problemas al sector bancario e, incluso, a la población en general. Para conversar acerca de esta propuesta dada desde el Legislativo, invitamos al economista Luis Ricardo Salazar Quea, docente de educación superior con experiencia de más de 20 años en diferentes bancos del país.
¿De qué trata la suspensión de créditos?
En el proyecto, que lleva como nombre «Ley de suspensión de deudas crediticias», se propone que las empresas del sistema financiero paren de cobrar los créditos personales, vehiculares, hipotecarios y MYPES; durante el periodo de 24 meses a las personas naturales y jurídicas. Para ello, se proponen los siguientes límites para la aplicación del beneficio, al momento de entrada en vigencia la ley:
Créditos de Consumo y Personales: El crédito total debe ser no mayor a S/. 40.000.
Créditos Hipotecarios para vivienda: Debe ser no mayor a S/. 350.000 solo para la primera y única vivienda.
Créditos MYPE: El crédito total debe ser no mayor a S/. 80.000.
Adicionalmente, cabe resaltar que este proyecto de ley contempla en conjunto el capital, los intereses, cualquier especie de penalidad, comisión o gasto para su suspensión durante el mismo período de dos años.
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Beneficio con sabor amargo
Para muchas personas esto podría significar un gran alivio para sus bolsillos, por lo menos en el corto plazo. Sin embargo, hacia el final de los dos años deberemos pagar todos los intereses, comisiones y capital; acumulados a la largo de ese tiempo. El economista Luis Salazar, en conversación con nosotros, califica el proyecto de ley de la siguiente manera:
«Es peligroso, porque el interés corre, el interés no me lo están perdonando. Fuera de que a los bancos no les va a gustar la norma, que podría no interesarnos lo que piensa los bancos, lo real es que eso no es gratis y que el interés de los 2 años de todas maneras me lo van a cobrar».
Luis Ricardo Salazar Quea
Por otro lado, uno de los principales argumentos de la presente propuesta es que esta medida se tomaría con la intensión de no romper la cadena de pagos y reducir la morosidad. Lo cual no es el verdadero problema, la mayor dificultad con la que se encontrarían los bancos sería la falta de liquidez.
Los bancos trabajan con nuestro dinero y lo que propone este proyecto de ley es que las entidades financieras no vean ningún fruto del préstamo hecho. Dicho de otro modo, no se obtienen ganancias del pago de cuotas del capital solicitado, ni por parte de los intereses generados del mismo.
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Siguiendo el mismo camino
Esta propuesta se sumaría a una serie de medidas que buscan aliviar a muchas personas económicamente hablando, debido al contexto en el que vivimos. Este tipo de ayudas directas al usuario, como los bonos en efectivo, suelen ser muy celebradas por la población en general.
Sin embargo, como ya vimos, la posible falta de liquidez en algunos bancos y el gran golpe que recibirían los usuarios hacia el final de los dos años haría de este proyecto de ley, a priori, inviable y contraproducente.
Asimismo, Luis Salazar nos menciona que se trataría de un «proyecto populista que busca aplausos». Asimismo, nos comentó que la mejor solución, sería que el mismo siga pagando el interés del crédito durante los 24 meses, pero que al final del periodo se reprograme el pago del capital, pero con el respectivo cuidado a les entidades financieras.
«Los bancos son el único sector de la economía que tiene que ser muy cuidado, por eso es tan regulado (…), porque si un banco quiebra, se genera zozobra en la economía, imagínate que quiebre un BCP, eso es peor que un pésimo gobierno, ahí sí colapsa la economía completa» .
Luis Ricardo Salazar Quea