El pasado miércoles 15 de diciembre la policía del estado alemán de Sajonia organizó una redada en la ciudad de Dresde. La operación policial tenía el objetivo de desmantelar un complot para asesinar al primer ministro de la región alemana. Esto sucedió después de que el canal de televisión ZDF advirtiera de la existencia de un chat de Telegram donde se hablaba del plan para el atentado contra Michael Kretschmer, el primer ministro de Sajonia.
El grupo de Telegram se llamaba Dresden Offlinevernetzung (red de trabajo fuera de línea de Dresde) y estaba compuesto de negadores de la pandemia, defensores de teorías de conspiración, activistas antivacunas y gente de extrema derecha. Estos decían estar dispuestos a hacer todo para combatir las políticas estatales contra el COVID-19. Los miembros del grupo también aseguraban poseer armas.
La operación de la policía consistió en la búsqueda de 6 diferentes viviendas, de las cuales cinco estaban en la capital de Sajonia, Dresde. El portavoz oficial de la policía reportó que se encontraron ballestas, partes de armas y armas durante la redada. También se detuvo a un sospechoso durante la operación y otros seis individuos se encuentran bajo investigación. Se les está investigando por planear un acto violento que supuestamente buscaba «subvertir el orden estatal».
Complot armado
En el chat de Telegram, un mensaje de voz del administrador del grupo resumió los planes contra el Kretschemer diciendo «entrar donde está el tipo, sacar al tipo y colgarlo». Las seis personas bajo investigación se habrían reunido físicamente en Dresde para planear el atentado. Por su lado, el primer ministro sajón se declaró «fortalecido y energético» luego de que se revelara el complot.
Los miembros del grupo mandaban mensajes antisemitas y de extrema derecha. Muchos de ellos aseguraron estar dispuestos a dar cualquier «sacrificio» por sus ideales y detener el plan de vacunación obligatoria planeado por el nuevo Gobierno alemán. Kretschemer mismo apoya de gran manera las políticas contra el COVID-19, como la vacuna obligatoria.
El estado de Sajonia es uno de los más extremistas de Alemania, siendo el estado que eligió la mayor cantidad de representantes del partido de extrema derecha, AFD. La región también tiene el índice de vacunación más bajo del país, 10 puntos debajo de la media nacional. Además, también tiene un índice de contagios tres veces más grande que el promedio nacional. El pasado viernes, la ministra de sanidad de Sajonia vio un grupo con antorchas concentrarse afuera de su casa.
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Este no es la primera señal de violencia de grupos de extrema derecha y negacionistas de la pandemia. El septiembre pasado, un trabajador de una gasolinera fue asesinado después de que un cliente se rehusó a ponerse la mascarilla. Varias amenazas de muertes también ha sido hechas contras políticos a favor de la vacuna.
Reacciones del Gobierno
El mismo primer ministro sajón, Michael Kretschmer, ya había pedido al Gobierno central reforzar la vigilancia de los grupos radicales en Telegram días antes de que se supiera del complot. El nuevo canciller aseguró en su primer discurso al parlamento que, según las apariencias, la sociedad no está divida. El primer ministro, Olaf Scholz, asegura que se trata de algunos pocos radicales y que se les hará frente.
“No permitiremos que una pequeña minoría de extremistas desinhibidos intente imponer su voluntad a toda nuestra sociedad”
Olaf Scholz, canciller alemán
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Scholz realizó el discurso unas horas después de la redada, y se habló de los negacioncitas quienes convirtieron a Sajonia en su bastión. El canciller criticó “la negación de la realidad, las absurdas teorías de la conspiración, la desinformación intencionada y el extremismo violento” de ciertas personas. El mandatario alemán también reconoció que la pandemia sería su mayor obstáculo. Sin embargo, Scholz decidió ser optimista y dijo que mejorará. «La combatiremos con determinación y venceremos”, expresó.
