El 29 de septiembre de 2024, Austria vivió un hito histórico en sus elecciones parlamentarias, con el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), una organización política de derecha, emergiendo como el partido más votado. Bajo el liderazgo de Herbert Kickl, el FPÖ logró el 29,2 % de los votos, superando significativamente su resultado de 2019 en más de 13 puntos porcentuales.
Medidas nacionalistas y antiinmigración
Esta elección marca la primera vez que el FPÖ, un partido conocido por su postura antiinmigración y su euroescepticismo, alcanza la victoria en una elección nacional desde la Segunda Guerra Mundial.
Kickl, quien se autodenomina «canciller del pueblo», capitalizó en temas como la inmigración y la guerra en Ucrania, criticando duramente al gobierno saliente y a las políticas de la Unión Europea. El FPÖ ha defendido medidas como la deportación de inmigrantes y el fin de las sanciones contra Rusia, lo que lo acerca ideológicamente a otras formaciones nacionalistas en Europa.
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Rendimiento de los otros partidos
El Partido Popular Austriaco (ÖVP), liderado por el actual canciller Karl Nehammer, terminó en segunda posición con un 26,3% de los votos, lo que supone una pérdida de 11 puntos porcentuales respecto a las elecciones anteriores. El Partido Socialdemócrata (SPÖ), por su parte, quedó en tercer lugar con el 21,1%, registrando uno de sus peores resultados históricos.
El gobierno saliente, una coalición entre el ÖVP y Los Verdes, no logró mantener su mayoría en el Parlamento. Los Verdes, quienes habían sido socios de gobierno, sufrieron una caída significativa, obteniendo solo un 8% de los votos, mientras que el partido liberal NEOS obtuvo el 9%.
Escenario político post-electoral
A pesar de su victoria, la posibilidad de que Kickl se convierta en canciller es incierta. Ningún partido importante ha mostrado disposición a formar una coalición con el FPÖ. Tanto el ÖVP como el SPÖ han descartado públicamente cualquier alianza con el FPÖ, particularmente debido a las polémicas posiciones de Kickl y las críticas sobre el respeto a los principios democráticos.
En este contexto, se barajan varias opciones de coalición, incluidas una posible gran coalición entre conservadores y socialdemócratas o un inédito tripartito que incluiría a los NEOS.
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Obstáculos para formar gobierno
Aunque el FPÖ ha consolidado su poder con un respaldo significativo, su capacidad de gobernar depende de su habilidad para negociar alianzas, algo que hasta ahora parece difícil. El presidente federal, Alexander Van der Bellen, ha recordado la necesidad de respetar los principios de la democracia liberal y ha señalado que cualquier gobierno necesitará una mayoría en el Parlamento para gobernar eficazmente.
El resultado de estas elecciones, que refleja un giro hacia la derecha, se enmarca dentro de una tendencia más amplia en Europa, donde partidos de similares características han ganado terreno en los últimos años. Sin embargo, el rechazo a colaborar con el FPÖ por parte de otros partidos políticos podría generar un estancamiento en la formación de gobierno, al menos en el corto plazo