Remontémonos al 15 de noviembre de 1995, cuando la Unesco anunció oficialmente el Día Mundial del Libro para celebrar y homenajear a los mejores escritores universales, como Miguel de Cervantes (Don Quijote de la Mancha), Garcilaso de la Vega (Poesías castellanas completas), William Shakespeare (Romeo y Julieta), Vladimir Nabokov (Lolita), entre otros autores que le dieron vida al hábito de devorar libros, una adición que acompaña a los lectores por el resto de sus vidas.
No importan los géneros literarios, ni mucho menos si se trata de una buena novela, cuento, poema o cómic; leer es disfrutar el contenido de unas 100 o 1000 páginas, que muchas veces aviva ese deseo infernal de escribir.
Pero ¿existe otro origen por el cual se festeja este día? Mencionamos aquel momento en donde se declaró la celebración, a ello le agregamos una fecha oficial: 23 de abril. ¿La razón? En dicho día fallecieron algunos de los autores mencionados, motivo por el cual este 23 se convierte en un símbolo para la literatura universal, siendo escogido por la Conferencia General de dicha organización (Unesco) para celebrar el mundo de los libros y sus autores. Y si hay otra institución clave es la Unión Internacional de Editores, por su importante labor de fomentar la lectura y las letras.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, comentó a propósito de esta celebración:
“Los libros tienen esa capacidad única de entretenernos, de instruirnos, de ser a la vez el instrumento que sirve para salir de sí mismo y para encontrarse con un autor, una autora, un universo o una cultura, y de ofrecer un tiempo para sumergirse más profundamente en sí mismo”.
Cataluña: otro responsable de este importante día
Cataluña no es solo la capital que vio nacer al FC Barcelona, su influencia para promover este acontecimiento se dio por medio del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés; que en su momento se lo propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y fue aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926. El 7 de octubre de 1926 fue el primer Día del Libro; poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril.
La lectura: una aliada en esta pandemia
Atrás quedó aquella normalidad que te permitía hacer planes fuera de casa, con amigos o familia, pues la pandemia acabó con todo plan social y nos ha obligado estar encerrados. Sin embargo, esta realidad se ha convertido en el momento perfecto para disfrutar de una buena lectura.
Pero lo cierto es que antes de esta etapa los libros estuvieron siempre con nosotros. Su presencia nos permitió extender lazos con otras personas y con otras culturas, a fomentar nuestra creatividad y a abrir nuestra mirada al mundo.
Nuestra letras
Si hablamos de literatura nacional, más que sentir orgullo, hay que tener la satisfacción de presenciar este notable crecimiento que nació con Comentarios reales de los Incas del Inca Garcilazo de la Vega. Obras como Trilce de Vallejo, o sorprendernos con Los inocentes de Reynoso y Un mundo para Julius de Bryce Echenique, hasta la crudeza de la realidad en la recopilación de Gallinazos sin plumas de Julio Ramón Ribeyro. Todos ellos son ejemplos claves del camino recorrido por nuestros autores.