La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) determinó que a partir del período académico 2024 las universidades se encuentran prohibidas de ofertar, crear o admitir estudiantes en programas de pregrado “con un componente de 100% de virtualidad”.
¿Adiós a las clases virtuales?
Carlos Mesía, jefe de Asesoría Jurídica de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), afirmó que el organismo de supervisión no ha eliminado la modalidad virtual en las universidades, sino que seguirá existiendo una virtualidad del 80% y una presencialidad del 20%. Además, mencionó que esta decisión, respaldada por el Consejo Directivo de Sunedu, responde a la necesidad de continuar garantizando la calidad del aprendizaje, con el compromiso de las universidades de mantener una adecuada infraestructura educativa. Mesía recordó que la resolución N.º 033-2023 modifica disposiciones para modalidades semipresenciales y a distancia.
Por otro lado, El presidente del Consejo Directivo de Sunedu, Manuel Castillo Venegas, remarcó la importancia de esta medida para asegurar que los estudiantes universitarios reciban una formación integral y de calidad que contribuya a su desarrollo personal y profesional.
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Programas para internos
En el artículo 1° de la norma, la Sunedu señala que, a partir de la entrada en vigencia de la Resolución del Consejo Directivo 138-2022-Sunedu/CD, se eliminó la excepción relacionada con educación virtual con población adulta mayor a 24 años, así como la posibilidad de usar entornos con un componente 100 % de virtualidad. Todos los programas de pregrado en la modalidad a distancia mantienen, a la fecha de entrada en vigencia de la referida resolución, un componente presencial, con excepción de aquellos programas que son diseñados especialmente para los internos de los establecimientos penitenciarios del territorio nacional, y que han sido creados conforme a las disposiciones de la Ley N.º 31840 y su reglamento.
Clases Virtuales, un síntoma de revolución digital
Las clases virtuales revolucionan la educación al proporcionar un entorno interactivo en línea donde estudiantes y profesores se conectan a través de plataformas digitales. Utilizando herramientas como videoconferencias, presentaciones multimedia y foros de discusión, las clases virtuales ofrecen flexibilidad en el aprendizaje, permitiendo a los alumnos participar desde cualquier ubicación.
Es en ese sentido, que las universidades desde ya hace unos años han comenzado a ofrecer a estudiante de pregrado y postgrado la capacidad de realizar desde clases de pregrado hasta maestrías de manera virtual. Beneficiando así al sector de estudiantes que no tiene cerca a su domicilio el centro educativo de su agrado; o en el caso de las maestrías, la capacidad de permitir que se trabaje y se estudie sin descuidar los objetivos de mejora profesional.
Las sesiones virtuales nacen como una necesidad durante la pandemia de la covid-19 siendo la única opción viable para evitar el contagio. Sin embargo, esta modalidad educativa descarta, en esencia, la necesidad del contacto humano entre el docente y sus alumnos, no garantiza que el alumno aprenda de la misma forma que en clases presenciales y ha comenzado a repercutir en aquellos que no están acostumbrados al contacto 0 durante las clases. Razones que habría usado la SUNEDU para tomar esta decisión.
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Conclusión
La educación virtual o mejor conocida como «clases a distancia» fue una herramienta de mucha ayuda durante el confinamiento de la pandemia. Lamentablemente, era la única manera mediante la cual los estudiantes en general pudieron continuar con sus estudios, pese a no ser este un modelo que se aplicara mucho en el Perú. Sin embargo, el principal objetivo de las universidades y escuelas debe ser garantizar que sus alumnos aprendan de manera eficiente, acompañándolos en el proceso y analizando su comportamiento para brindarles las herramientas necesarias; las cuales, en el modo virtual, son casi imposibles de brindar.
La decisión tomada por la SUNEDU puede parecer errática, pero no es excluyente a los estudiantes que las usan, como se mencionó previamente, aún se pueden dictar clases virtuales de pregrado, pero estas no deben exceder el 80% de virtualidad durante su periodo. La sociedad educativa peruana evolucionó de golpe con la llegada de la virtualidad y si no sabemos manejarla adecuadamente, los futuros profesionales no contribuirán con su propósito, hacer crecer el país.