El perro sin pelo del Perú, conocido como perro calato, perro chimo, perro de orquídea peruano, inca, pila, chimú o viringo tiene una antigüedad entre el año 300 a. C y se presenta en culturas pre incas, Vicús, Mochica, Chancay, Sicán, Tiahuanaco y Chimú. Asimismo, está relacionado directamente a la trascendencia histórica y generacional.
El Instituto Nacional de Cultura del Perú, tras la resolución directiva 001- INC en enero de 2001, estableció la ubicación de esta raza en todos los museos y zonas arqueológicas de la costa peruana con la finalidad de su desarrollo natural y crianza en óptimas condiciones. Asimismo, fue reconocido mediante el decreto número 27537, el 22 de octubre de 2001 por el Congreso de la República del Perú como patrimonio de la nación y raza oriunda de este país.
Se caracteriza por ser de uso medicinal, debido a que alivia el reumatismo, evita alergias y problemas de asma. Es de contextura delgada, esbelto, de pelaje dorado o anaranjado, como también sin pelo, con orejas alzadas y de distintos tamaños. Adicionalmente, es de carácter noble, cariñoso, con gran energía y disposición, brindando así protección y representando una afectuosa compañía.
Compartir nuestra vida con un perro puede ser una experiencia significativa. Brindan afecto, compañía e incontables anécdotas que suelen recordarse por siempre. Cabe mencionar la importancia del vínculo que se genera con ellos. Por esa razón, el día de hoy recordamos y homenajeamos su existencia. Finalmente, es relevante recalcar cuán beneficioso resulta optar por la adopción.