No hay mejor forma que la de contrarrestar el frío invierno que se aproxima con un vaso de emoliente. Esta bebida tradicional no solo nos protege de las bajas temperaturas, sino que posee propiedades que benefician al sistema inmune y digestivo. De esta forma, se convierte en un tipo de bebida saludable para niños, jóvenes y adultos. No obstante, con el paso del tiempo han surgido ciertas recomendaciones al momento de ingerirlo, siendo el mayor obstáculo al momento de su consumo el contenido de azúcar.
Pese a sus pro y contras, el emoliente puede llegar a remplazar al agua como base de la hidratación, según el Colegio de Nutricionistas. Además, se aconseja que su consumo puede variar de uno a dos litros al día. De esta manera, el invierno se hará más llevadero teniendo como base que es de las bebidas que más se consumen en Lima. Por ello, en Revista Sociedad te mostraremos los beneficios y preparación de esta bebida..
Fortalece el sistema inmune
Una de las grandes ventajas que posee esta bebida es que ayuda a que el sistema inmune se encuentre lo suficientemente fuerte para hacer frente a diversas enfermedades. Dado que la bebida está compuesta principalmente de cebada, existen otras hierbas consideradas medicinales que lo acompañan, entre ellas: la cola de caballo, boldo, llantén y semillas tales como la linaza. A su vez, algunos optan por agregarle zumo de limón, teniendo en cuenta que este último es fuente de vitamina C.
En este sentido, los productos usados en su preparación o solo contienen nutrientes como minerales, sino que tienen efectos medicinales para el aparato circulatorio, digestivo y reproductor. Un ejemplo de ello, es que ayuda a aliviar ciertos síntomas de un resfrío. Por su parte, la cebada es rica en vitaminas y minerales como el calcio, el hierro, el fósforo, el magnesio y el potasio que contribuyen a la hora de combatir ciertos virus que perjudican al sistema inmune.
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Antioxidante
Las hierbas que integran el emoliente son una fuente de antioxidantes que favorecen internamente al cuerpo para dilatar el envejecimiento. En otras palabras, tal bebida es capaz de retardar el paso de los años según estudios científicos. A su vez, sirve como una capa protectora para evitar el daño de las células.
Si bien es cierto estas propiedades las podemos encontrar en frutas y verduras, hay ciertas ocasiones en que amerita un fresco caliente para combatir el frío y en especial, rico y nutritivo. No obstante, se debe procurar hacerlo sin azúcar, ya que sus propiedades quedan opacadas por esta sustancia. Y, a medida que se desee endulzar, procurar hacerlo con edulcorante o en todo caso con cáscara de piña o membrillo.
¿Cómo prepararlo?
Para su preparación se requiere de: cebada, agua, membrillo, cola de caballo, jugo de limón, miel y alfalfa de forma opcional. Primero, se debe tostar la cebada a fuego medio-bajo hasta que comience a reventar. Segundo, en una olla con agua, se debe cocinar los membrillos y la cola de caballo. Luego, se debe proceder a colarlo e integrar ambos líquidos. Finalmente, agrega un poco de miel y jugo de limón. Procede a servirlo y disfruta de esta cálida bebida de temporada.