El 20 de octubre de 1883 se llevó a cabo un suceso histórico en América del Sur. Han transcurrido 137 años desde la firma del tratado de Ancón. Dicho acto que conllevó el final de la Guerra del Pacífico.
Fue José Antonio Lavalle, embajador peruano de aquella época, y Jovino Novoa, su similar chileno, quienes se encargaron de firmar el tratado. Asimismo, Lavalle logró que no solo este histórico documento decretara la paz entre peruanos y chilenos, sino también el destino de los territorios de Tarapacá, Arica y Tacna. Por consiguiente, el primero pasaría permanentemente a Chile, dejando así a los restantes en primera instancia. Además, el gobierno del Perú debió pagar una serie de indemnizaciones a los damnificados del bando contrario posteriormente al enfrentamiento.
Lamentablemente, las consecuencias que generó aquel suceso dejaron fuertes enfrentamientos en el país. Se gestó una guerra entre el entonces presidente peruano Miguel Iglesias y el militar Andrés Avelino Cáceres; este último se mostró en contra del gobierno vigente y también del tratado con Chile.
El tratado de Ancón es, por tanto, un suceso de vital importancia en la historia peruana, desarrollada en el marco de las relaciones con nuestro país vecino.