El conflicto en el Medio Oriente ha escalado a un punto crítico, afectando gravemente a civiles en varias regiones. Israel ha intensificado sus operaciones militares contra Hezbolá y Siria, con ataques aéreos en Beirut, Gaza y Damasco. En los últimos días, se han producido bombardeos que han dejado cientos de víctimas y una situación humanitaria desesperada. Además de las vidas perdidas, el impacto en la infraestructura y la calidad de vida de las personas es incalculable. A continuación, se presenta un resumen detallado de los eventos más recientes y su impacto en la región.
Ataques en Beirut y evacuaciones forzadas
El martes 8 de octubre, Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut, un área considerada como base protegida de Hezbolá. Los bombardeos tenían como objetivo destruir infraestructuras estratégicas de Hezbolá, incluyendo depósitos de armas, centros de comando y comunicaciones críticas. El ejército israelí emitió advertencias de evacuación para los residentes de zonas específicas como Haret Hreik antes de los ataques, generando una ola de desplazamiento interno. Muchos residentes tuvieron que abandonar sus hogares a toda prisa, llevándose solo lo que podían cargar y buscando refugio.
El saldo de estos bombardeos ha sido devastador: al menos 50 personas fallecieron, incluyendo 15 combatientes de Hezbolá y 35 civiles, entre ellos mujeres y niños. La destrucción afectó gravemente viviendas, carreteras y servicios esenciales, lo cual llevó al alcalde de Beirut, Abdallah Darwich, a declarar que “no hay lugar seguro en la ciudad”. La situación es particularmente grave para las familias que se quedaron sin hogar, quienes ahora se enfrentan a la falta de acceso a refugios adecuados y necesidades básicas como agua y electricidad.
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Advertencia de Netanyahu al Líbano
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, advirtió al pueblo de Líbano que podrían enfrentar una “destrucción y sufrimiento” similar al de Gaza si no eliminan la influencia de Hezbolá en su territorio. En un mensaje grabado, Netanyahu dijo: “Tienen una oportunidad para salvar a Líbano antes de que caiga en el abismo de una larga guerra que llevará a la destrucción y el sufrimiento, como hemos visto en Gaza. Les digo, al pueblo de Líbano: liberen su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar”.
Desde octubre del año pasado, casi 42,000 palestinos han muerto debido a los ataques aéreos israelíes en Gaza. Gran parte del sistema de salud de Gaza ha sido destruido en los ataques, junto con la infraestructura, incluyendo escuelas y hospitales. Esta destrucción no solo ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares, sino que ha hecho imposible para muchos regresar.
Israel afirma que el objetivo de su ofensiva en Líbano es permitir que aproximadamente 60,000 personas desplazadas puedan regresar a sus hogares en el norte de Israel. Sin embargo, estas operaciones han provocado más desplazamiento dentro de Líbano y han llevado a una creciente presión sobre los recursos locales, con miles de personas buscando refugio en las pocas áreas consideradas seguras.
Las operaciones israelíes han destruido al menos 12 instalaciones militares de Hezbolá en el sur del Líbano. Estas acciones, desde la perspectiva israelí, tienen como propósito reducir la capacidad de ataque del grupo y evitar una mayor escalada del conflicto. Sin embargo, estas operaciones también han contribuido a una sensación de inseguridad generalizada en toda la región, con constantes temores de ataques de represalia y una posible escalada que incluya a otros actores regionales.
Crisis humanitaria en Gaza y Líbano
En Gaza, la situación humanitaria se ha deteriorado considerablemente. En el campo de refugiados de Jabaliya, los bombardeos del 8 de octubre dejaron 17 muertos, incluyendo cinco niños. Los hospitales están colapsados y el hospital Kamal Adwan ha reportado serias dificultades para atender a los heridos debido a la falta de suministros médicos y la intensidad de los ataques.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) informó que el 60% de las instalaciones médicas en Gaza han quedado fuera de servicio. Al menos 500,000 personas han sido desplazadas, viviendo en refugios abarrotados y sin acceso adecuado a agua potable ni electricidad, lo que agrava aún más la situación. La falta de recursos básicos como alimentos y agua potable ha obligado a muchas familias a recurrir a medidas desesperadas para sobrevivir.
En Líbano, el conflicto ha dejado al menos 1,400 muertos, incluidos civiles, médicos y combatientes de Hezbolá. Además, alrededor de 1.2 millones de personas han sido desplazadas. La OMS advirtió sobre el riesgo creciente de brotes de enfermedades debido al hacinamiento y la falta de recursos médicos, tras los graves daños sufridos por la infraestructura sanitaria y educativa. Las escuelas se han convertido en refugios improvisados, lo que ha interrumpido la educación de miles de niños, creando un vacío en la formación de las futuras generaciones y aumentando el trauma psicológico entre los más jóvenes.
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Resumen del día: Expansión de la operación militar
La noche del 8 de octubre, la situación en Gaza, Beirut y Tel Aviv continuó siendo extremadamente crítica. Israel ha ampliado su operación terrestre en el sur del Líbano, desplegando una cuarta división militar, elevando el número de soldados a 15,000. Se han emitido nuevas órdenes de evacuación para aldeas libanesas situadas a más de 30 kilómetros de la frontera.
Durante la noche, Israel bombardeó nuevamente los suburbios del sur de Beirut, afirmando haber matado a Suhail Hussein Husseini, comandante del cuartel logístico de Hezbolá. El alcalde de Beirut reiteró que la ciudad no ofrece un lugar seguro para sus habitantes, dado que la campaña de bombardeos sigue destruyendo zonas residenciales densamente pobladas. La falta de refugios seguros ha hecho que muchas personas se resguarden en sótanos y otras áreas improvisadas.
En Gaza, los enfrentamientos se mantienen. Los ataques aéreos israelíes mataron a 17 personas en un campo de refugiados y a otras 15 en combates en Jabaliya. Según el ejército israelí, en Jabaliya murieron al menos 20 militantes y se hallaron grandes cantidades de armas, incluidas granadas y rifles. La población civil continúa atrapada, con pocas oportunidades de evacuación segura.
Por otro lado, Naim Qassem, Secretario General adjunto de Hezbolá, declaró que las capacidades militares del grupo permanecen intactas, a pesar de las ofensivas israelíes. Afirmó que todos los comandantes fueron reemplazados y que las tropas israelíes no lograron avances significativos en el sur del Líbano tras una semana de combates. Dos ataques aéreos golpearon los suburbios del sur de Beirut poco después de su discurso, lo que subraya la volatilidad de la situación y la disposición de ambas partes para continuar con el conflicto.
En el norte de Israel, la situación también se ha deteriorado significativamente. Tras los ataques con cohetes lanzados por Hezbolá, el gobierno israelí declaró el estado de emergencia en ciudades como Haifa y Nahariya. Los ataques dejaron al menos 40 heridos, de los cuales 10 se encuentran en estado crítico, y causaron daños importantes en la infraestructura, incluidas viviendas y redes eléctricas.