Una aparición singular e inesperada es la que causó el líder chavista, Nicolás Maduro, al llegar sorpresivamente a México. Unas cuatro horas antes había llegado su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, anunciando que venía en «representación» para suplirlo en la cumbre de jefes de Estado de la CELAC.
¿Un año en cautiverio?
El viaje del mandatario se produce luego de permanecer en una especie de cautiverio desde el año 2020, cuando, desde Washington, se ofreció una recompensa de US $15 millones por su captura bajo la acusación de narcotráfico.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, consideró a Maduro un líder del cartel de la droga en colaboración con la guerrilla colombiana de las FARC. Sin embargo, fiel a su estilo, Nicolás Maduro negó los cargos, advirtiendo que se trataba de un conjunto de «acusaciones falsas». Además, los acusó de «cowboys racistas del siglo XIX».
¿Qué planean los líderes socialistas?
La llegada de los mandatarios de Venezuela y Cuba a México parece ser un intento por presentar un renovado modelo de la región. Recordemos que, durante el mes de julio, Lopez Obrador propuso establecer una organización de integración regional que sustituya a la OEA con la excusa de acabar con «un organismo que no sea lacayo de nadie».
Marcelo Ebrard y Pedro Castillo
El jefe de Estado peruano se reunió hoy con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien precisamente suscribió lo anotado por AMLO sobre la fundación de un nuevo organismo de ofensiva abierta contra la OEA.
«Adiós a la OEA en su sentido intervencionista, injerencista y hegemonista y que venga otra organización que construyamos en acuerdo con Estados Unidos para el siglo XXI», sentenció el canciller mexicano.
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