La reciente tensión política en Venezuela por el supuesto fraude electoral también ha sacudido al Congreso peruano, evidenciando una notable división en la nueva Mesa Directiva. La controversia estalló después de que se publicara un comunicado el miércoles pasado, que, aunque evitó mencionar directamente el término «fraude», exigió al Gobierno venezolano la presentación de las actas electorales. El comunicado lo firmaron el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana (APP), la primera vicepresidenta Patricia Juárez (Fuerza Popular), el segundo vicepresidente Waldemar Cerrón (Perú Libre) y el tercer vicepresidente Alejandro Cavero (Avanza País).
Salhuana defendió el comunicado, afirmando que seguía la postura de la OEA al exigir la transparencia en la publicación de las actas. Además, destacó que la mayoría del Parlamento no apoya a los congresistas peruanos que viajaron a Caracas como «veedores» financiados por el régimen de Nicolás Maduro, quienes han defendido al mandatario venezolano. En contraste, Cerrón interpretó el comunicado de manera diferente, sugiriendo que la Mesa Directiva respaldaba a los congresistas que consideraron las elecciones como limpias. Según Cerrón, estos congresistas afirmaron que los comicios se llevaron a cabo de manera transparente, basándose en sus observaciones directas.
Dichos y diretes
Por su parte, Alejandro Cavero, en diálogo con El Comercio, explicó que la omisión de la palabra «fraude» en el comunicado respondía a la demanda actual de la oposición venezolana de que se presenten las actas.
En paralelo, la situación de Vladimir Cerrón sigue generando controversia en Perú, con opiniones divididas sobre su huida y el respaldo de su partido, Perú Libre. La investigación en curso y las decisiones judiciales serán clave para determinar el desenlace del caso, que plantea interrogantes sobre la relación entre política y justicia en el país.
Dentro del Congreso, la postura dividida sobre las elecciones venezolanas resalta las profundas diferencias entre los legisladores. La ausencia de algunos de ellos, quienes viajaron a Venezuela como «veedores» el 28 de julio, ha sido criticada por la nueva Mesa Directiva, que ha manifestado su rechazo al régimen de Maduro y aclarado que estos viajes no generaron gastos al Estado peruano. Salhuana destacó que estos viajes fueron una decisión personal y que no representan la posición mayoritaria del Congreso.
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Anhelos y espera
La primera vicepresidenta, Patricia Juárez, también expresó su desacuerdo con la postura de los legisladores que apoyaron al régimen venezolano, calificando la situación en Venezuela como una dictadura y condenando la violencia reportada. Juárez alabó la decisión de la Cancillería peruana de no reconocer a Maduro como ganador y consideró que los legisladores deberán rendir cuentas sobre su postura.
En los próximos días, se espera que la Mesa Directiva emita un nuevo mensaje sobre la situación en Venezuela, reflejando las tensiones internas y la complejidad política que enfrenta el Congreso peruano.