En una decisión trascendental, el Pleno del Congreso de la República ha aprobado en segunda votación la reforma constitucional para el retorno a la bicameralidad, marcando un cambio significativo en la estructura legislativa del país. Con 91 votos a favor, 31 en contra y una abstención, este paso abre un nuevo capítulo en la historia política del Perú. La primera votación, realizada el 16 de noviembre de 2023, había obtenido un respaldo similar con 93 votos a favor.
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Debate intenso y divergencia de opiniones
El debate en torno a la reforma constitucional del Congreso peruano refleja las complejidades políticas y sociales del país. Mientras algunos defienden el retorno a la bicameralidad para fortalecer la representatividad y la estabilidad legislativa, otros expresan escepticismo y preocupación por posibles impactos negativos. Martha Moyano destaca la importancia de adaptarse a una sociedad en evolución, mientras que Ruth Luque cuestiona la legitimidad de la decisión por falta de consulta ciudadana, subrayando la necesidad de un diálogo continuo entre todas las partes involucradas.
El rechazo de la cuestión previa presentada por la congresista Flor Pablo, que buscaba separar el debate sobre el retorno a la bicameralidad y la reelección parlamentaria, pone de relieve las tensiones presentes en el Congreso en ese momento. La propuesta de Pablo reflejaba su preocupación por la percepción de legitimidad política y la necesidad de distinguir claramente entre las distintas dimensiones de la reforma constitucional. Aunque argumentó que permitir la reelección indefinida de los actuales congresistas podría socavar la legitimidad del proceso, su propuesta fue rechazada, lo que evidencia las tensiones dentro del proceso legislativo. Este rechazo, sumado a la negativa de Alejandro Soto a considerarla, junto con el rechazo de Alejandro Cavero.
Críticas a la reelección parlamentaria
La reintroducción de la reelección parlamentaria indefinida ha desatado debates en torno a esta reforma constitucional. Aunque pueda parecer atractiva la idea de una carrera política con experiencia, ha recibido críticas tanto de especialistas como de legisladores. La falta de claridad sobre si la reelección aplicará a los congresistas actuales suscita preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y la perpetuación de ciertos grupos en el poder.
Esto plantea dudas sobre la diversidad y la renovación en el ámbito legislativo, así como sobre la necesidad de una verdadera rotación para evitar la concentración excesiva de poder y fomentar una representatividad más genuina.
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¿Hacia una mejor representatividad?
La reforma constitucional tiene como objetivo fortalecer la representatividad y estabilidad legislativa mediante la introducción de una segunda cámara y la ampliación del número de legisladores. Sin embargo, surge la duda sobre si estas medidas realmente lograrán sus objetivos y si las instituciones legislativas tendrán la capacidad para abordar eficazmente los desafíos del país.
Además, el aumento en el número de legisladores plantea interrogantes sobre la eficiencia en la toma de decisiones y el riesgo de burocratización. Existe preocupación sobre cómo estas medidas podrían obstaculizar la acción legislativa y la respuesta ágil a las demandas ciudadanas. Es esencial evaluar de cerca la implementación de esta reforma para garantizar que contribuya efectivamente a mejorar la representatividad y estabilidad del sistema legislativo.
Implementación del nuevo sistema bicameral
El nuevo sistema bicameral se divide en dos cámaras con funciones y requisitos específicos:
Cámara de Diputados:
La Cámara de Diputados estará conformada por 130 miembros, quienes deben tener al menos 25 años de edad para postular. Esta cámara se encargará de representar proporcionalmente a la población y llevará a cabo funciones de control político, fiscalización, investigación, interpelaciones, censuras, acusaciones constitucionales, entre otras.
Cámara del Senado:
La Cámara del Senado estará integrada por 60 senadores, con al menos un representante por cada circunscripción electoral y los demás elegidos a nivel nacional. Estos senadores tendrán un mandato de cinco años y podrán ser reelegidos inmediatamente en el mismo cargo. Entre sus responsabilidades, el Senado revisará iniciativas legislativas y acusaciones de la Cámara de Diputados, además de participar en la elección y remoción de altos funcionarios del Estado. También será responsable de tomar competencia de las acusaciones que reciba de la Cámara de Diputados contra diversas figuras públicas, como el Presidente de la República, ministros de Estado, magistrados del Tribunal Constitucional, jueces de la Corte Suprema, fiscales supremos, Defensor del Pueblo y el Contralor General, en caso de infracción constitucional o delito en el ejercicio de sus funciones, hasta cinco años después de cesar en sus cargos.
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Detalles sobre la implementación y funcionamiento
- Presupuesto: El presupuesto para el funcionamiento de ambas cámaras no podrá exceder el 0,6% del Presupuesto General de la República.
- Trabajo en Común: Ambas cámaras trabajarán en conjunto para aprobar proyectos de ley en momentos diferentes, discutir el presupuesto y realizar reformas en cuatro legislaturas. Además, conformarán la Comisión Permanente y tendrán la facultad de presentar demandas de inconstitucionalidad y solicitar información pública.
- Otros Puntos: Se restablece la reelección parlamentaria, se elimina la cuestión de confianza (el premier elegido por el presidente ya no debe asistir al parlamento), y los candidatos a la presidencia pueden postular también al Senado o a la Cámara de Diputados, lo que se considera importante para la responsabilidad y el liderazgo en el país.
Transformando la política a partir del 2026: Bicameralidad en acción
La implementación de la reforma constitucional llevará al Parlamento a un nuevo modelo, con un Senado compuesto por 60 senadores y una Cámara de Diputados con 130 miembros. Según Martha Moyano, presidenta de la comisión de Constitución, este cambio entrará en vigor a partir de las elecciones generales del 2026.
Moyano destacó la importancia de mejorar la calidad de la clase política para garantizar el correcto funcionamiento de esta nueva estructura. Además, enfatizó que la Cámara de Diputados se encargará del «control político», mientras que al Senado se le asignará «el control normativo».
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El futuro democrático del Perú
La aprobación de la reforma constitucional, que incluye el retorno a la bicameralidad y la reelección parlamentaria indefinida, abre un nuevo capítulo en la democracia peruana. Aunque ofrece oportunidades para fortalecer la representación y el control político, también plantea desafíos éticos y democráticos que requieren una vigilancia constante de los actores políticos y la ciudadanía en general.
Es esencial fomentar un debate transparente y participativo sobre la implementación de estas reformas para garantizar su efectividad y promover el interés público. La ciudadanía debe estar activamente involucrada en este proceso para asegurar que el Congreso cumpla su función de manera efectiva y en beneficio de toda la sociedad.