El 22 de setiembre será recordado como el día que marcó el inicio de la recta final en la carrera a la Casa Blanca. Grandes expectativas están puestas en una de las elecciones presidenciales más polémicas de nuestros tiempos y esta serie de debates podrían convencer al electorado indeciso a definir las próximas elecciones de noviembre.
Con todas las encuestas en su contra, el presidente Trump necesitaba realizar un encuadre distinto de la discusión mientras que al candidato demócrata le bastaba mostrar una posición clara y coherente, además de responder ante las críticas de su aparente incapacidad para dirigir el país. Sin embargo, parece ser que ninguno logró su cometido.
Mantener el orden en el debate representó una difícil tarea para el moderador y presentador de FoxNews, Chris Wallace, quien fue constantemente interrumpido y tuvo serias dificultades para mantener el tema de debate.
Los ataques personales no faltaron. El actual presidente realizó acusaciones serias acerca de los “turbios negocios” de Hunter Biden, hijo del candidato demócrata, en Ucrania. El demócrata hizo su parte al referirse al reciente escándalo de impuestos del presidente. Asimismo, llamó payaso y le pidió callarse al republicano, algo que sorpresivamente no rompió con la dinámica del debate, pues en otras circunstancias habría sido considerado demasiado por parte de un candidato.
Comentadores políticos de las cadenas de noticias más importantes se refirieron a este como uno de los peores debates presidenciales de la historia en donde podría decirse con facilidad que ambos candidatos perdieron.
Sin embargo, fue un debate que respondió a asuntos puntuales que preocupan a los norteamericanos en el corto plazo. Asimismo, curiosamente contó con la particularidad de que el tema de la inmigración no fue relevante para ninguno de los candidatos, teniendo en cuenta el polémico historial del actual presidente.
El asiento vacío de Ruth Ginsburg
El moderador Chris Wallace abrió el debate trayendo a colación la reciente nominación de Amy Coney Barret, jueza conservadora que podría inclinar la balanza de poder en la Corte Suprema a favor de los Republicanos. El presidente Trump reafirmó su decisión sobre la base de que el pueblo americano lo escogió a él para liderar el país por lo cual era su deber rellenar ese asiento vacío, asimismo remarcó que si fuesen los demócratas quienes estuviesen en el poder, harían lo mismo.
Por otro lado, el ex vicepresidente Joe Biden afirmó que está en juego la Affordable Care Act por la cual Trump ha querido deshacerse desde el inicio de su periodo presidencial. Su último intento fue detenido por la Corte Suprema, en donde el juez John Roberts fue quien decidió a favor de la posición del ala liberal de la Corte. Sin embargo, una corte suprema con 6 jueces conservadores y 3 liberales podría favorecer los planes de Trump.
No obstante, la Corte Suprema no fue el único tema que se abordó en este segmento. La acalorada discusión entre los candidatos desvió el tema hacia el plan para el Sistema de Salud. Mientras que el candidato demócrata aclaró que desea brindar acceso gratuito a los sectores más desfavorecidos, el presidente republicano se centró en denunciar el intento del demócrata de crear un sistema de salud socialista y de liderar un intento en ese sentido para el país.
Para sorpresa de muchos, Roe v. Wade no fue el tema central de este segmento, sino un tema que apenas mereció comentarios de ambos candidatos.
La pandemia del Coronavirus
Contrario a lo que se esperaba, este no fue el tema central del debate. El ex vicepresidente realizó una crítica superficial al manejo de la pandemia, remarcando que el mal manejo del presidente le ha costado a miles de americanos sus vidas. Con miras al futuro, aseguró que Trump no es la persona idónea para llevar a cabo la difícil tarea de distribución de la vacuna que algunos científicos aseguran tomará meses en una gestión eficiente.
Por su lado, el presidente Trump aseguró que sus gestión ha sido exitosa, pues tomando en cuenta las proporciones de la población americana ha salvado muchas vidas. Asimismo, aseguró que bajo el mando de Biden no sólo se habrían perdido muchas vidas más, además de haber colapsado la economía. Aseguró también que gracias a su rápida gestión con empresas como Moderna y Johnson&Johnson la vacuna contra el Covid-19 estará muy pronto disponible para los ciudadanos norteamericanos.
Economía: ¿Recuperación en V o en K?
El mensaje del presidente Trump ya es conocido, se autoproclama el constructor de la mejor época económica que ha vivido el país hasta antes de la crisis del Covid-19. Asimismo, recalcó que a pasar de las nada optimistas predicciones, está logrando volver a crear empleos más rápido de lo que se esperaba refiriéndose así a la recuperación en V de la economía. Por su parte, Biden habló de una recuperación en K, pues mientras los multimillonarios están recuperando e, incluso, incrementando rápidamente sus fortunas, el americano promedio no verá mejorar su situación en mucho tiempo.
En lo respectivo a la política Fiscal, el republicano aseguró que gracias a sus recortes de impuestos la economía ha vuelto a prosperar desde la lenta recuperación de la administración Obama. Sin embargo, el demócrata aseguró que se requiere un aumento de impuestos para garantizar servicios de calidad para los americanos y que el recorte de impuestos del presidente solo ha beneficiado a los grandes empresarios.
Protestas y violencia por las injusticias raciales
El candidato Biden declaró estar comprometido con luchar contra la inequidad racial que viven los americanos a través de un trabajo conjunto con la policía. Aseguró también condenar la violencia y apoyar las protestas pacíficas, recriminándole al presidente su severo accionar con los ciudadanos y sus amenazas de utilizar al ejército.
Por su parte, el candidato republicano acusó a Biden de no condenar la violencia y la destrucción a lo largo del país. Asimismo de ser un títere de la izquierda radical por no condenar públicamente a grupos radicales como Antifa y mostrarse a favor de desfinanciar a la policía. Declaró, por su parte, ser el candidato de la Ley y el Orden y quien verdaderamente defiende a los oficiales de policía que han arriesgado sus vidas por combatir la violencia de las protestas.
Record Personal
Este segmento del debate brilló por los ataques personales y la falta de novedad en las narrativas utilizadas por ambos canddidatos. Por su parte, Trump aseguró que en 47 meses ha hecho mucho más por el país que el demócrata en 47 años en el gobierno.
Mientras tanto, el ex vicepresidente aseguró que juntó con Barack Obama recibió una de las peores crisis financieras de la historia, se le encargó superarla y lo logró.
Cambio Climático
Este fue un tema pasajero que no generó mayor discusión. Biden recalcó tener un plan para luchar contra el cambio climático que a la vez generase miles de trabajos para los americanos, lo cual incluye volver al acuerdo de París. Asimismo, recalcó que su plan no es el Green New Deal, en un intento de distanciarse de la asociación con Bernie Sanders que intentó establecer Trump al inicio del debate.
Por otro lado, el republicano aseguró que su salida del acuerdo de París representó un alza en el mercado que generó miles de trabajos. Asimismo, declaró estar comprometido con la lucha por el medio ambiente pero sin generar planes que destruyan la industria.
Democracia: Mail-in Vote & Fraud
Debido al alto riesgo de contagio que representaría una votación presencial, se ha elevado la propuesta de realizar la votación por correos, generalizando el sistema de votación que se utiliza para las Fuerzas Armadas. Sin embargo, desde que se anunció esta propuesta, el candidato republicano ha advertido a sus seguidores la probabilidad de que esta constituya un fraude por parte de los demócratas con quien simpatiza la Ofina Postal. Al respecto, Biden aseguró que esto es un intento de Trump de distraer la atención del pueblo norteamericano y negar los resultados que lo declararían ganador. Por su parte, el actual presidente reafirmó su posición y aseguró que se trata de un fraude.
El primer debate de los 3 que están programados entre el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el ex vicepresidente y actual candidato demócrata Joe Biden tuvo lugar en Cleveland, Ohio. Los dos otros encuentros planean desarrollarse en Florida y Tenesse el 15 y 22 de octubre respectivamente. Además, el vicepresidente Mike Pence y la senadora Kamala Harris también han pactado un debate para el 7 de octubre en Utah.