El expresidente Pedro Castillo moverá su última ficha de ajedrez, hoy jueves, para evitar el juicio oral en su contra por el golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. El Ministerio Público ha solicitado una condena de 34 años de prisión para él.
A las 9:30 a.m., la defensa de Castillo presentó su pedido de sobreseimiento (archivo) de la acusación por rebelión. El caso, bajo la supervisión del juez supremo de investigación preparatoria, Juan Carlos Checkley, desde mayo está en la etapa de control de acusación. Si se rechaza el sobreseimiento, el juicio no será inmediato, puesto que, primero deben resolverse los pedidos similares de otros acusados y admitirse las pruebas. De no prosperar este pedido, probablemente Castillo enfrentará un juicio.
Fuentes cercanas al caso informan que Castillo ha presentado tres sobreseimientos, uno por cada delito imputado. El juez Checkley debe decidir sobre todos ellos, siendo el de rebelión el más crucial. Adicionalmente, Castillo, quien se encuentra en el penal de Barbadillo en Ate, enfrenta cargos de abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.
El juez Checkley anunció el 11 de julio que en la audiencia de hoy también se escucharán los argumentos de las defensas de los ministros Betssy Chávez, Willy Huerta y Roberto Sánchez. Si el tiempo lo permite, también se presentarán los argumentos de la defensa de Aníbal Torres, exasesor de la PCM.
Último movimiento
Luis Walter Medrano, abogado de Castillo durante la mayor parte del control de acusación, explicó a El Comercio que su principal argumento es que «la conducta del presidente Castillo no constituye delito de rebelión». Sin embargo, admitió que «la perspectiva es que será declarado infundado porque la administración de justicia se ha politizado». Si se aprueba el sobreseimiento, el proceso se archivará definitivamente. De lo contrario, pasará a la etapa de juicio oral.
Castillo ha intentado utilizar este argumento durante la etapa de investigación, sin éxito. Además, el juez Checkley ha rechazado todas las excepciones de improcedencia presentadas por los acusados. En una resolución, afirmó que los eventos del 7 de diciembre de 2022 pueden ser juzgados como rebelión, incluso sin que los acusados portaran armas o cometieran actos de violencia personalmente.
El juez agregó que la configuración del delito debe debatirse en la etapa procesal correspondiente, es decir, en un futuro juicio oral. Antes de ello, deben resolverse los pedidos que alegan falta de evidencia del delito.
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Colofón
A la luz de lo antes mencionado, la audiencia de hoy será crucial para determinar el futuro legal del expresidente Pedro Castillo. Mientras su defensa argumenta que su conducta no constituye rebelión, la resolución de los sobreseimientos presentados por Castillo y otros acusados definirá si el proceso avanza a juicio oral. Este caso sigue siendo un punto álgido en el sistema judicial peruano, en medio de acusaciones de politización y una búsqueda de justicia por los eventos del 7 de diciembre de 2022.