Este lunes, la Unión Europea impuso sanciones contra un organismo del gobierno chino y a cuatro funcionarios por violaciones de derechos humanos en la región de Xinjiang. Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido respaldaron las sanciones.
El Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea evaluó las acusaciones contra el gobierno chino por presuntas violaciones a derechos humanos. El Consejo Europeo emitió un comunicado en donde asegura que la decisión se debe a las detenciones “masivas y arbitrarias” que viene efectuando el gobierno en la región de Xinjiang.
En el comunicado se señaló a Mingguo Chen, actual director de la Oficina de Seguridad Pública de Xinjiang, a quien se le acusa de “serias violaciones de derechos humanos” y “un trato denigrante” contra la minoría musulmana de la región. Junto a él se sancionó a otros tres funcionarios de la región, a quienes se les acusa de participar en las detenciones y la administración de los “campos de concentración” donde se retendría a las minorías musulmanas.
El gobierno chino emitió -casi de inmediato- un comunicado en el que respondió a las sanciones. Aseguró sanciones contra diez ciudadanos europeos entre los que se encuentran europarlamentarios, así como una sanción contra la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. Además, solicitó a la Unión Europea que corrigiera su “error” antes de que tomaran “medidas” al respecto. Asimismo, solicitó el respeto a su soberanía y autonomía sobre asuntos internos.
En una declaración, Josep Borell, jefe de diplomacia de la Unión Europea, expresó que “en lugar de cambiar sus políticas y abordar nuestras preocupaciones legítimas, China de nuevo ha hecho la vista gorda y estas medidas son lamentables e inaceptables”.