El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció públicamente por los medios que está semana comunicará el nuevo nombre que sustituirá a la jueza Ruth Bader Ginsburg, quien falleció a los 87 años de edad el último viernes. El líder político indicó, junto a la bancada republicana, que la nueva magistrada del Tribunal Supremo sería una mujer.
«Queremos respetar el proceso. Creo que irá muy rápido«, agregó Trump al señalar que «lo más probable es que sea una mujer».
El presidente Trump, quien es el encargado de escoger a la nueva jueza de la Corte Suprema de Justicia, no le tomó mucho tiempo reunirse con los republicanos y comenzar «sin demora» un proceso de relevo. Por este motivo, la renovación del Tribunal Supremo ha desatado una serie de luchas políticas en la Casa Blanca.
A 45 días de las elecciones presidenciales, los demócratas ponen en tela de juicio la legislación de Trump y han acusado a los republicanos de “hipócritas” por silenciar a un juez por 8 meses en el 2016, cuando Barack Obama era presidente.
Al comienzo de septiembre, Trump ya estaba seleccionando al nuevo magistrado para una vacancia en la Corte. Dentro de la lista se encontraban dos senadores ultra conversadores: Tom Cotton y Ted Cruz. Sin embargo, de 45 posibles nominados, dos mujeres son las favoritas para representar a la Suprema Corte. Y quienes podrían representar la postura conservadora, son Amy Barret y Barbara Lagoa, las mismas que fueron elogiadas por Trump como “mujeres respetadas”.