Tras el asesinato de un ciudadano estadounidense llamado George Floyd a manos del ahora exoficial de policía Derek Chauvin en la ciudad de Mineapolis, del Estado de Minnesota, se vienen desarrollando violentas manifestaciones, saqueos a tiendas, quema de locales comerciales e intentos de homicidio contra policías.
Las manifestaciones que dieron paso a los disturbios en Minneapolis perdieron su verdadero objetivo, concienciar respecto al racismo, convirtiéndose en disturbios que han obligado al gobierno estadounidense a desplegar la Guardia Nacional. Las ciudades que se han visto afectadas por la violencia de las revueltas son California, Chicago, Memphis, Nueva York, Oakland, Ohio y Colorado.
Al respecto, el presidente Donald Trump acusó a extremistas de izquierda del grupo ANTIFA (abreviación de antifascista) de ser los promotores de los disturbios en importantes ciudades alrededor del país norteamericano.
«Es ANTIFA y la Izquierda Radical. No le eches la culpa a los demás», escribió el presidente en redes sociales.
El radical grupo al que hace referencia Trump no posee un líder o una sede oficial; no obstante, se tiene cuenta de que se celebran reuniones regularmente alrededor del país. Sus integrantes justifican la violencia, pues dicen que apoyan a las poblaciones oprimidas, así como amedrentan contra las corporaciones y la acumulación de riqueza.
Según el medio informativo CNN, los integrantes suelen ser jóvenes vestidos completamente de negro y acuden a las manifestaciones promoviendo el uso radicalizado de la libertad. Señala que usan máscaras para ocultar su identidad de las autoridades.
Por la gravedad de los hechos, como se ve en las publicaciones enlazadas al final de este artículo, diversas ciudades han decidido decretar un toque de queda, para reducir el impacto de las protestas.