El pasado viernes 29, mientras se celebraban las fiestas de fin de año, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) mejor conocida como la Corte de La Haya comunicó haber admitido y dado apertura a la denuncia de Sudáfrica contra Israel por haber cometido «actos de genocidio en contra del pueblo en Gaza». En su denuncia, Sudáfrica afirma que «los actos y omisiones de Israel son de carácter genocida, ya que van acompañados de la intención específica requerida de eliminar a los palestinos en la franja de Gaza».
Los argumentos brindados por la delegación sudafricana alegan al incumplimiento de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de las Naciones Unidas la cual establece parametros para calificar cuando una acción califica como genocidio o tentativa del mismo.
¿Qué califica legalmente como genocidio en el derecho internacional?
El sustento legal de los argumentos de Sudáfrica para realizar la denuncia por genocidio se encuentran, principalmente en las políticas deshumanizantes como los cortes de luz y agua, los bloqueos aereos, maritimos y terrestres de entrada y salida de la franja de Gaza, los bombardeos indiscriminados a zonas civiles, vease hospitales, zonas urbanas, etc y la más controversial, la existencia de fosas comunes donde los palestinos han tenido que enterrar sus fallecidos deudos en pésimas condiciones.
Cabe resaltar que está no es la primera vez que se presenta una denuncia internacional por delito de tentativa de genocidio y genocidio, el caso Rusia vs Ucrania es un claro ejemplo de como los países, amparados en la convención para la prevención del delito de genocidio, pueden tomar medidas legales a nivel internacional para evitar acrecentar las acciones bélicas, que solo empeorarían aún más la crisis internacional.
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¿Cómo afecta esto al conflicto en Gaza?
Hasta el cierre de esta nota, la Corte Internacional de Justicia no da un veredicto determinante, pero el principal objetivo de la denuncia, muy aparte de la solicitud de medidas provicionales que detengan la ofensiva israelí en Gaza, es transparentar los verdaderos intereses detras del principio de «autodefensa» al que se ampara el gobierno de Benjamín Netanyahu.
Las opiniones se encuentran divididas desde que comenzó el conflicto entre Israel y Palestina, pero lo que no se puede negar es la extrema necesidad de proteger la vida de civiles inocentes frente al conflicto, los cuales terminan pagando las consecuencias de una diplomacia endeble y una comunidad internacional que pareciera velar más por los intereses políticos que por la vida de la gente a la cual se comprometieron a proteger.