Este miércoles, tras más de un mes analizando las demandas rusas, EE. UU. y la OTAN rechazaron la propuesta de Rusia. Las demandas principales eran prohibir la unión de Ucrania a la alianza, detener su expansión hacia el oriente y retirar sus fuerzas de Europa oriental. Estas exigencias fueron rechazadas totalmente, pero EE. UU. expresó su interés de continuar negociaciones sobre temas secundarios de seguridad.
Rusia respondió a este rechazo expresando que tenía «pocas razones por optimismo» tras esta respuesta. El portavoz del Gobierno de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, mostró su decepción con la negativa del oeste sobre las demandas rusas. El Gobierno dijo que se tomaría su tiempo analizando la respuesta antes de responder ellos mismos.
«No puede decir que nuestras ideas fueron tomadas en cuenta o (que EE. UU. y la OTAN) mostraron algún tipo de preparación para escuchar nuestras preocupaciones.»
Dmitry Peskov, portavoz del Gobierno ruso
Demandas rusas y negociaciones
Tras casi dos meses desde el despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, las tensiones siguen creciendo en Europa. Durante este tiempo, ambos bandos han jugado un juego diplomático para obtener sus objetivos y calmar tensiones antes de que estalle una guerra en el viejo continente.
El 17 de diciembre, Rusia publicó un proyecto de un tratado internacional para garantizar la seguridad de Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este documento propone dejar en claro que los dos bandos no se consideran contrincantes, pero también contienen las demandas rusas para llegar a la convivencia pacífica.
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Las principales demandas rusas se centran en mantener a la OTAN lejos de sus fronteras. Rusia pide que se prohíba que Ucrania se una a la alianza o que Estados en el oriente lo hagan. También se exige que no se desplieguen tropas u armamento sin su consentimiento en los países de Europa del este que se unieron a la OTAN después de 1997. Y, por último, pide que no se realicen maniobras militares en naciones cerca a Rusia.
Desde entonces, los líderes del occidente y Putin se han reunido un par de veces para intentar negociar y encontrar una solución diplomática. Los ministros de Relaciones Exteriores de los varios países también se han reunido y han realizado sus propias negociaciones como las últimas en Ginebra.
Respuesta del occidente
Desde que se hizo saber de las demandas, en el occidente se expresó claramente que estas se consideraban muy exigentes. Fue este miércoles que el secretario de estado de EE.UU., Anthony Blinken y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reportaron un rechazo formal a las exigencias rusas.
Los dos oficiales anunciaron que habían mandado respuestas escritas a Moscú en conferencias de prensa distintas. A pesar de que no especificaron el contenido de su respuesta, ambos hicieron referencia a que no prohibirán el ingreso de ningún país a la alianza.
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Stoltenberg se mostró más firme y ha subrayado que «cada país es libre de elegir su camino». Además exigió que Rusia retire sus tropas de las controversiales ocupaciones de Ucrania, Moldavia y Georgia. Mientras tanto, Blinken expresó que «las puertas de la OTAN siguen abiertas», pero también dejó oportunidad para más negociaciones. Este mencionó la existencia de zonas de «reciprocidad» donde sí podrían llegar a un acuerdo como el despliegue de misiles y maniobras militares.
Reacción rusa
Rusia ha reaccionado ante la respuesta de EE.UU. y la OTAN de una manera muy reservada por el momento. Oficiales del Gobierno se han limitado a mostrar su decepción con la negativa de los Estados Unidos, pero no se ha dicho nada más. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que conversaciones serias pueden empezar sobre temas secundarios. Pero también agregó que no hay una reacción positiva a los asuntos principales.
Peskov también dejó la puerta abierta a más conversaciones, hablando de la importancia del diálogo entre Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, él no se mostró optimista sobre las posibilidades de resolver las diferencias tras los comentarios del secretario general de la OTAN.
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Moscú y otros oficiales también comentaron que, por ahora, Putin analizaría la respuesta y sus opciones, avisando que los planes que tiene a la mano no se harían públicos. Algunos políticos rusos han sido menos reservados, mostrándose desafiantes contra Washington. Estos han avisado que Rusia ya tiene un plan preparado y ahora pueden actuar libremente después de que el occidente rechazo sus intentos de paz.
