El domingo por la noche, Nicolás Maduro anunció en su cuenta oficial de Twitter su arribo a Brasil. “Agradezco la cálida bienvenida con la que nos recibieron en Brasilia (…) Estaremos desarrollando en las próximas horas una agenda diplomática que viene a reforzar la unión necesaria de los pueblos de nuestro continente”, manifestó. El sucesor de Chávez se trasladó al país vecino por motivo del encuentro de mandatarios de América del Sur que Lula organizó para este martes.
El encuentro enfatizó la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los países vecinos, completando un proceso que incluyó la reapertura de las respectivas embajadas y oficinas consulares. El presidente Maduro no visitaba Brasil desde 2015, cuando asistió a la toma de posesión del segundo mandato de Dilma Rousseff puesto que, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, las relaciones bilaterales se enfriaron a tal punto que se prohibió la entrada del venezolano a Brasilia.
“Es un placer recibirte acá otra vez (…) Venezuela siempre fue un parcero excepcional para Brasil (…) Es el comienzo de la vuelta de Maduro, la mía ya fue hace 5 meses”, manifestó Lula; quien además destacó la “alegría de este momento que estamos viviendo (…) y (haber recuperado) el derecho de hacer política internacional con la seriedad que siempre la hicimos, sobre todo con los países fronterizos».
La visita comenzó con una reunión privada entre ambos líderes durante la jornada del lunes. Luego, el encuentro se expandió a una bilateral ampliada, con ministros y embajadores de ambos países, además de la presencia de las primeras damas. Finalmente, concluyeron la agenda en el Planalto con una conferencia conjunta a la prensa, y cerraron las actividades con un almuerzo.
El punto central en las reuniones fue rescatar la cooperación en energía, medio ambiente, cultura, agricultura, industria y defensa. Ambos mandatarios también fueron consultados sobre el comercio en otras monedas. A pesar de que respondieron que no fue un tema discutido en el encuentro, los dos asintieron a favor de que suceda.
Ambos Estados comparten una frontera de 2.200 kilómetros, razón por la cual el presidente Lula destacó la necesidad de controlar los crímenes fronterizos y propuso que las fuerzas armadas trabajen en conjunto para combatir dicho fin. “Dos países fronterizos no pueden estar sin dialogar”, agregó el ministro de Exteriores, Mauro Vieira.
Por su parte, en la reunión conjunta de gabinetes, el ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios brasileño, mencionó la necesidad de reanudar las relaciones en el área comercial y de inversiones. A su vez, Fernando Haddad, titular de Hacienda, habló sobre la importancia de la “complementariedad económica y la reanudación de la integración entre ambos países”.
En línea con estas opiniones, el presidente Lula declaró en la conferencia de prensa conjunta que «esta vuelta de relaciones es plena, sabemos de las dificultades que tenemos, de las empresas (brasileñas) que quieren volver a Venezuela, y sabemos que todo esto será parte de un acuerdo de integración plena. Que no sea una relación solo comercial, que sea política, cultural, económica, en tecnología, en la juventud y en las universidades«.
El comercio bilateral entre las naciones amazónicas representó 1,7 mil millones de dólares en el 2022, con exportaciones brasileñas valuadas en 1,3 mil millones e importaciones por casi 400 millones. Estos números representan una fuerte caída en relación al comercio alcanzado en 2013, cuando el intercambio llegó a ser de 6.000 millones de dólares.
Por último, Lula también declaró la intención de recuperar la relación energética con Venezuela, y adelantó que los ministros de energía de ambos Estados van a reunirse para conversar.
Por su parte, Nicolás Maduro coincidió con su par brasileño al afirmar que ambos países “hoy abren una nueva época, un nuevo mapa de cooperación y trabajo conjunto que abarque todas las áreas, un relacionamiento horizontal entre los pueblos, con un diálogo permanente y directo”. Luego, agregó que Venezuela está dispuesta a retomar las relaciones “virtuosas” con los inversionistas y empresarios brasileños.
Asimismo, hubo una pregunta de la prensa sobre la incorporación de Venezuela a los BRICS, a lo que Lula respondió que, en caso de que exista un pedido oficial por parte de los vecinos, debería discutirse con los otros miembros, pero adelantó que estaría a favor. En este sentido, Maduro agregó que el bloque BRICS representa “una nueva geopolítica, un elemento de avanzada de 5 países muy poderosos” que ahora se transforman en el “gran imán” de los que quieren un “mundo de paz y cooperación”.
No faltaron las declaraciones polémicas e ideológicas de ambos líderes. Maduro afirmó “haber pasado revista (con Lula) de lo que fue la época de oro de las relaciones donde ambos países se encontraron cara a cara con la voluntad de construir nuestra Sudamérica de paz, prosperidad e igualdad. Y de cómo todo esto se vio truncado, de un día para el otro, por la ideologización extrema de las relaciones internacionales, fenómeno que aplica fórmulas extremistas hacia la derecha para clasificar las relaciones. Se intentó, junto a otros gobiernos en esta fórmula extremista, imponer a los venezolanos un gobierno y su sistema”.
Frente a estas declaraciones, el mandatario brasileño no guardó silencio, sino que fue más allá y sostuvo que “es la cosa más absurda del mundo que las personas que defienden a la democracia (en alusión a Europa y Estados unidos) eran los mismos que negaban que Maduro era presidente de Venezuela, habiendo sido electo por el pueblo; y el ciudadano que había sido electo para diputado, fuese reconocido como presidente [en referencia a Guaidó], la idea de que un impostor pueda ser presidente, porque no les gustaba el presidente electo”.
Asimismo, luego de que ambos mandatarios reclamaran las “inexplicables 900 sanciones lanzadas como misiles” a Venezuela, el presidente Lula añadió que “construyeron una narrativa contra Venezuela, de antidemocracia y autoritarismo, entonces creo que cabe a Venezuela mostrar su narrativa, para hacer que la gente cambie de opinión”, y, girando su vista hacia Maduro, señaló que “es preciso que construyas tu narrativa, y creo que será infinitamente mejor que la que contaron contra usted”.
El encuentro no estuvo exento de críticas, tanto por políticos venezolanos como brasileños. El dirigente opositor de Venezuela, Julio Borges, escribió en su cuenta de Twitter: “Presidente Lula, recibe usted con honores a quien promueve el mayor ecocidio del planeta, al mayor destructor de la Amazonía que usted defiende (…) Maduro además es un violador de DDHH. Ha sido acusado de crímenes de lesa humanidad (…)”.
Por su parte, el expresidente Bolsonaro publicó en la misma red social un video en el que se ve a Lula nombrar a Maduro en campaña y donde se lee la leyenda “nadie puede decir que él no avisó”. Diputados de la oposición brasileña también pidieron a la embajada norteamericana en Brasilia que cumplan con la orden de captura internacional por narcoterrorismo de Maduro.
América del Sur se reúne en Brasilia
Este martes, el presidente Lula recibe a 10 presidentes de la región, en un encuentro que no ocurría desde 2014, en Quito, durante la cumbre de Unasur. En esta ocasión, participarán de la jornada Alberto Fernández (Argentina), Luís Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mário Abdo Benítez (Paraguay), Chan Santokhi (Surinam), Luís Lacalle Polvo (Uruguay) y Nicolás Maduro (Venezuela). La única ausente será Dina Boluarte (Perú), quien no puede salir de su país por el hecho de no tener un vicepresidente, lo cual implicaría dejar la presidencia en manos del opositor líder del Congreso, razón por la cual ella enviará a su presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Respecto al foro que transcurrirá el día de hoy, el mandatario brasileño adelantó que América del Sur tiene que convencerse para trabajar en bloque. “Nadie solo podrá resolver sus grandes problemas (…) y tenemos más o menos los mismos”. Adicionalmente, destacó que una integración de los 12 países representaría 450 millones de personas y un PBI de 4,5 trillones de dólares.
Vamos a conversar con 12 presidentes mañana, y queremos escuchar a cada uno, luego cada uno volverá a su país con las ideas discutidas, y haremos otro encuentro para ver en que avanzamos. Debemos discutir si queremos seguir siendo lo que somos, o si formamos un bloque para negociar con más fuerza y posibilidad de ganar.
Lula da Silva, presidente de Brasil
Según indicó la cancillería brasileña, luego de ser recibidos uno a uno por Lula, los mandatarios se tendrán dos sesiones conjuntas, seguidas de una cena en la residencia oficial del presidente anfitrión. La primera sesión constará de pronunciamientos individuales, y la segunda de un debate informal.
Todas las discusiones serán a puertas cerradas y no está fijada aún una declaración final con una posición conjunta. En la sala solo se harán presentes los líderes, sus cancilleres y unos pocos asesores, buscando discutir con franqueza según el líder de Brasil.
Gisela Maria Figuereido, secretaria brasileña para América Latina y el Caribe, dijo a la prensa que el encuentro tendrá como objetivos principales “retomar el diálogo” en búsqueda de una “visión común” y fijar una agenda de cooperación en temas como salud, infraestructura, energía, medioambiente y combate al crimen organizado.