En medio de las complejas relaciones entre Estados Unidos y Rusia, Joe Biden y Vladimir Putin se reunieron por primera vez en Ginebra. Los dos Jefes de Estado se juntaron en Villa La Grange con el principal objetivo de rebajar las tensiones entre ambos países y hallar algunos puntos de acuerdo. En la junta, los mandatarios tocaron temas como la ciberseguridad y la restauración de las relaciones diplomáticas, en los que pudieron hacer algunas concesiones.
Una reunión productiva
La cumbre comenzó hoy a las 13.35 hora local (11.35 GMT), instantes después de que ambos llegaran al lugar del esperado encuentro. Al llegar a Villa La Grange, una mansión del siglo XVIII en Ginebra, cada uno fue recibido por el presidente de Suiza, Guy Parmelin.
Antes de reunirse con Biden, el presidente Putin señalo que se «habían acumulado demasiadas cuestiones en la relación Rusia-Estados Unidos». Por su parte, el mandatario estadounidense aclaró que «siempre es mejor verse cara a cara». Dichas frases dejaban entrever una tensión notable entre los dos, pero al finalizar la reunión, ambos salieron con una sonrisa tras alcanzar importantes acuerdos.
En una rueda de prensa, Putin anunció que los embajadores de EEUU y de Rusia, John Sullivan y Anatoli Antonov, volverán a sus respectivos puestos en Moscú y Washington próximamente. A su vez, ambos mandatarios aceptaron mantener un diálogo sobre ciberseguridad. Ello tras una serie de acusaciones estadounidenses por supuestos ataques cibernéticos organizados por Rusia.
Biden: ¿conciliador o confrontacional?
Desde que ingresó a la Casa Blanca, Biden ha intentado mostrar la imagen de un presidente conciliador en el plano internacional. Durante su mandato, ha retornado al Acuerdo de París, y a instituciones multilaterales, como la OMS, que su antecesor Donald Trump abandonó. Además, previo a su reunión con Putin, el presidente explicó que no quería un conflicto con Rusia, sino que haría «todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible».
Sin embargo, su polémica afirmación de que su homólogo ruso era un asesino, causó extrañeza en más de un internacionalista. Según Ruth Ferrero-Turrión, profesora de Ciencias Políticas y Estudios Europeos en la Universidad Complutense de Madrid, este tipo de declaraciones de tinte conflictivo buscarían “reafirmar una posición [estadounidense] más intransigente con las políticas de Putin en Medio Oriente”.
Antecedentes problemáticos
Además de la declaración de Biden, existían otros problemas que complicaban una posible conciliación entre Rusia y Estados Unidos.
- La administración Putin mantenía a EE.UU en su lista de «países hostiles».
- Washington y Moscú señalaron que sus relaciones diplomáticas estaban «en su punto más bajo». Ninguna de las dos naciones tiene un embajador en la otra, y varios altos funcionarios rusos tienen sanciones por parte de la potencia norteamericana.
- Dos soldados americanos están detenidos en territorito ruso por el presunto delito de espionaje.