Tras su logro en el manejo del brote de coronavirus en el país, la política neozelandesa, Jacinta Ardern, ganó el segundo mandato en el cargo como primera ministra de Nueva Zelanda. Aseguró que, su partido se encaminaba a una victoria absoluta lo cual le permitiría gobernar sin alianzas.
Asimismo, el Partido Laborista obtuvo un 49% de los votos contados, lo que les daría unos 64 escaños de los 120 que tiene el Parlamento neozelandés; por otro lado, el contrincante Partido Nacional logró un 27% de los sufragios, quedándose con 35 representantes.
Mientras tanto, Ardern anunció en un tono conciliador que prometerá gobernar “para todos los neozelandeses”. Sin embargo, los sondeos ya le daban por ganadora después de haber demostrado un gran liderazgo en las dos grandes crisis que ha sufrido el país durante su mandato, siendo una de estas el tiroteo contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, la peor masacre de la historia moderna de Nueva Zelanda. Esta sucedió en el 2019 y trajo como consecuencia la muerte de 51 personas y una docena de heridos.
La respuesta legislativa fue que anunció la prohibición de armas semiautomáticas de estilo militar y los fusiles de asalto. En el 2020, su gestión frente a la pandemia de la COVID-19, logró el apoyo de sus compatriotas y el aplauso internacional. Para combatir la crisis sanitaria propuso una estrategia que consiste en eliminar la curva, a diferencia de otros países que solo lo aplanaban, lo cual llevó a cabo con el confinamiento temprano y el cierre de la frontera en los próximos días.
“El cambio real requiere pasos que traigan a la gente con nosotros”, mencionó la primera ministra de Nueva Zelanda. Jacinta Ardern parece estar preparada para afrontar lo que viene en el futuro, por lo que seguirá abordando los problemas que conducen al país debido a las consecuencias económicas que ha dejado la COVID-19.