El 29 de noviembre de 2024, el expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica lanzó una dura crítica hacia Cristina Kirchner, exmandataria de Argentina y actual figura clave del Partido Justicialista (PJ). Durante una entrevista con la agencia AFP, Mujica cuestionó la falta de renovación generacional en la política latinoamericana, utilizando a Kirchner como un ejemplo de este problema.
“Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel!”, expresó Mujica con su característico tono franco. Estas palabras no son un caso aislado, ya que el expresidente uruguayo había realizado comentarios similares en el pasado, como en 2013, cuando se refirió a la entonces mandataria argentina de manera despectiva en un micrófono abierto.
Comparación con la Alemania de 1930
Mujica describió el fenómeno Milei como «una locura» y lo atribuyó a la desesperación generada por la hiperinflación que afecta al país. Según él, esta situación es similar a lo que ocurrió en la República de Weimar en la década de 1930, cuando «el pueblo más culto, más desarrollado de Europa, terminó votando a Hitler» debido a las condiciones económicas extremas.
Mujica enfatizó que «los pueblos se pueden equivocar porque la hiperinflación desespera a la gente», lo que puede llevar a decisiones políticas drásticas y peligrosas. Además, Mujica criticó al kirchnerismo por no asumir la responsabilidad de la crisis económica actual, señalando que «no se hacen cargo» de los errores que llevaron a esta situación. Esta falta de autocrítica, según él, contribuyó al ascenso de Milei como una respuesta desesperada de la población
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Críticas a otros líderes de la región
La crítica de Mujica no se limitó a Cristina Kirchner. También cuestionó a otros líderes históricos de la región, como Evo Morales, expresidente de Bolivia, quien ha mantenido tensiones con el actual mandatario boliviano, Luis Arce. Mujica reflexionó: “En la vida hay un tiempo para llegar y otro para irse”, sugiriendo que Morales, al igual que otros líderes, debería dar paso a nuevas generaciones.
Además, lamentó la falta de sucesores claros en Brasil dentro del liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva, actual presidente. Según Mujica, estas situaciones reflejan una crisis de liderazgo en América Latina, donde las figuras históricas de la izquierda parecen aferrarse al poder en lugar de permitir la renovación.
En cuanto a Venezuela, Mujica reiteró su postura de que los problemas internos deben resolverse desde adentro: “Los problemas de Venezuela los tienen que resolver los venezolanos”, afirmó, dejando claro su rechazo a cualquier tipo de intervención extranjera. También criticó los regímenes autoritarios en la región, como los de Nicolás Maduro y Daniel Ortega, calificando este último como un retroceso frente a los ideales originales de la revolución sandinista.
Reflexiones sobre el autoritarismo y la democracia
En un análisis más amplio, Mujica señaló que el autoritarismo y el estancamiento democrático son grandes amenazas para el progreso en América Latina. Hizo énfasis en que las soluciones a los conflictos políticos deben surgir desde la participación ciudadana y no desde intervenciones externas. Sobre Venezuela, expresó su confianza en que el cambio llegará “de adentro en algún momento”, reafirmando su convicción de que el poder debe estar en manos del pueblo y no de líderes que perpetúan su mandato.
Mujica también lamentó el desencanto de las nuevas generaciones, señalando que las condiciones actuales han erosionado su capacidad de soñar con un futuro mejor: “Nosotros teníamos capacidad de soñar… ¿Los jóvenes qué esperanza tienen hoy de un mundo mejor?”. Este comentario refleja su preocupación por la falta de alternativas políticas frescas y efectivas en la región.
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Contexto político reciente
Estas declaraciones de Mujica llegan en un momento particular, luego de que Cristina Kirchner enviara un mensaje de felicitación al expresidente uruguayo tras la victoria del candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, en las elecciones de Uruguay. Aunque este gesto parecía una muestra de cordialidad, las palabras de Mujica subrayan una creciente frustración con el liderazgo de Kirchner y otros líderes históricos de izquierda.
A lo largo de los años, la relación entre Mujica y Kirchner ha sido fluctuante. Si bien han compartido momentos de apoyo mutuo, como el reciente mensaje de Kirchner, también han protagonizado episodios de tensión. Uno de los más recordados ocurrió en 2013, cuando Mujica, sin percatarse de que estaba frente a un micrófono abierto, calificó a Cristina como “peor que el tuerto”, en referencia a su fallecido esposo y expresidente, Néstor Kirchner.
Una llamada al cambio generacional
La crítica de Mujica no es solo hacia individuos, sino hacia un sistema político que, en su opinión, se resiste al cambio. Para el expresidente uruguayo, América Latina necesita urgentemente una renovación generacional que permita a las nuevas voces asumir el liderazgo y enfrentar los desafíos actuales. Según Mujica, la perpetuación de los liderazgos históricos está dificultando la construcción de un futuro más esperanzador para los jóvenes.
“Los problemas políticos actuales son resultado de un tiempo ciego sin respuesta”, afirmó Mujica, insistiendo en que el progresismo latinoamericano necesita adaptarse a las demandas contemporáneas.
Las recientes declaraciones de Pepe Mujica reflejan su creciente insatisfacción con el estado actual de la política en América Latina. Su crítica hacia Cristina Kirchner, Evo Morales y otros líderes históricos destaca su preocupación constante por la falta de renovación generacional y el autoritarismo en la región.