Durante el segundo y el tercer trimestre del año 2020, Paraguay recibía halagos por su control de la pandemia de COVID-19. Al día de hoy la historia es distinta.
La semana pasada empezaron las protestas desde la ciudadanía hacia el gobierno de Mario Abdo Benítez por su gestión contra el coronavirus, que ya ha dejado una veintena de muertos y decenas de heridos hasta el momento.
El sistema sanitario tiene dificultades para hacer frente al incremento de casos, la falta de insumos médicos y medicamentos, el retraso de la llegada de las vacunas, y las ineficiencias del sistema público de salud son algunos de los motivos que han generado la ira de los paraguayos en contra del gobierno de turno.
Las calles son escenario de protestas y duras críticas por parte de la oposición y de la ciudadanía, especialmente del personal de la salud y personal docente por el retorno de las clases presenciales en el peor momento epidemiológico desde el inicio de la pandemia.
Debido a la concentración de personas que se ha visto envuelta en el rechazo hacia el mandatario, las fuerzas del orden lanzaron bombas lacrimógenas y balas de goma a manifestantes en el centro de Asunción, convirtiendo el histórico centro de la capital en una suerte de campo de batalla.
El descontento social le costó el cargo al ministro de Salud Julio Mazzoleni, quien dimitió el viernes pasado. Es por ello, que en su lugar, Abdo Benítez confirmó a Julio Borba como sustituto en la cartera de Salud. Mientras que este sábado, ̈ en aras de pacificación ̈, el mandatario del Partido Colorado anunció el reemplazo del ministro de Educación, Eduarto Petta; la ministra de la Mujer, Nilda Romero; y el jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor.
¿Qué ha sucedido en Paraguay para que esté viviendo esta situación crítica?
1. Deterioro epidemiológico
Tras detectarse los primeros casos de coronavirus a comienzos del 2020, el país sudamericano rápidamente tomó medidas para reducir la propagación del virus: cerraron escuelas, restringieron eventos públicos y privados, y declararon un toque de queda nocturno.
La reacción del Ejecutivo fue inmediata, ya que cuando abrieron varios sectores económicos, el 15 de junio del año pasado, Paraguay tenía una tasa de 2 muertos por millón de habitantes, la más baja en Sudamérica. Esto a diferencia del país vecino Brasil que mantenía una tasa de 200 muertos por cada millón de habitantes, que se incrementa cada vez más.
A pesar de ello, en las últimas semanas los casos han ido en aumento, haciendo un total de casi 170.000 casos de infectados y 3.318 muertes hasta el pasado 7 de marzo. La doctora Elena Candía, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, atribuyó el aumento a ¨la relajación ciudadana y a la posible circulación de la variante brasileña del virus¨.
2. Falta de insumos: medicamentos y vacunas
La semana pasada, el colapso de los hospitales públicos y la ausencia de capacidad en las unidades de cuidados intensivos, fueron la noticia que más estremeció el país. La ausencia de camas para los afectados se vio agravada por la escasez de medicamentos. Muchos gremios del personal sanitario, pacientes y familiares denunciaron este hecho durante las movilizaciones que se han llevado a cabo.
¨Estamos sin antibióticos, sin tratamientos para el coronavirus y otras patologías¨, sostuvo a la agencia EFE Lourdes Villalba, vicepresidenta del Sindicato de Trabajadorees del Hospital de Clínicas en Asunción.
De la misma forma, el diario paraguayo La Nación señala que una de las causas de la escasez fue el fiasco en la compra de insumos en abril del 2020, cuando dos cargas provenientes de China llegaron al país y fueron rechazadas por el gobierno por no cumplir las especificaciones requeridas.
Asimismo, desde la ciudadanía se alzan críticas hacia la lenta llegada de las vacunas. Es por ello, que el gobierno de Sebastián Piñera anunció este domingo la donación de 20.000 dosis de la vacuna china Sinovac para ¨acelerar la vacunación del personal sanitario¨.
3. Desconfianza en las autoridades
Durante la jornada de este lunes, el nuevo ministro de Salud Julio Borba, aseguró que la prioridad del gobierno sería conseguir más vacunas ¨en el menor tiempo posible¨ y que se reforzará el sistema de control sobre medicamentos para que ¨estos lleguen en forma y tiempo a toda la red sanitaria¨.
Cabe mencionar que estas declaraciones se produjeron un día después de la tercera jornada de protestas consecutivas, en la que miles de paraguayos marcharon frente a la residencia presidencial vociferando la destitución de Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez.
Un nuevo juicio político
Envueltos en esta crisis política, social y sanitaria, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) sostuvo este lunes que han inducido el juicio político contra el jefe de Estado y su vicepresidente. Esta propuesta parlamentaria necesita al menos 53 votos favorables para avanzar hacia su objetivo.
De la misma manera, el presidente del PLRA, Efraín Alegre, precisó en su cuenta de Twitter que ̈ no somos un país de mendigos, hemos pagado por todo lo que hoy nos falta y es por eso que la ciudadanía hoy exige ̈.
Cabe mencionar que el actual presidente ya enfrentó una posibilidad similar en agosto del 2019, cuando se filtró un acuerdo bilateral con Brasil para comprar energía a la represa Itaipú. Este último desató el descontento ciudadano que denunció el secretismo con el que se firmó dicho acuerdo por la supuesta ¨entrega de la soberanía energética a Brasil¨
Finalmente, otros partidos de la oposición y medios locales reflejaron y coincidieron en que la única salida frente a la actual crisis política, en la que se encuentra sumergido el país, se resolverá tras la renuncia del presidente y el vicepresidente Mario Abdo Benítez y Hugo Velázquez, respectivamente.