En el marco de un mundo globalizado, el flujo de personas y de bienes es moneda corriente. La interconectividad es cotidiana y crucial para el funcionamiento social, razón por la cual trasladarse al exterior no es una idea en absoluto alocada.
Hoy en día, cada vez es más común que los alumnos de grado o de postgrado se formen en el exterior. Por ello, cada vez hay más estudiantes chinos que van a estudiar a los centros académicos más importantes del mundo, sobre todo a Estados Unidos, Canadá o Europa. Desde el año 1978, más de 5 millones de chinos estudiaron en el extranjero.
En este sentido, Países Bajos se ha convertido en un centro que ha ganado terreno por sus capacidades tecnológicas atractivas para la población china. El país europeo constituye uno de los mejores centros de enseñanza superior e investigación, con prestigiosas universidades como la Universidad Técnica de Delft, la Universidad de Tecnología de Eindhoven y la Universidad de Maastricht. Sin embargo, estas universidades han comenzado a limitar el número de estudiantes chinos que tienen acceso a sus cursos de postgrado vinculados a estudios de tecnología avanzada.
Robbert Dijkgraaf, ministro de Educación de Países Bajos, confirmó que la decisión del gobierno está motivada por continuas investigaciones a estudiantes chinos que venden información y lealtad al Partido Comunista de China a cambio del financiamiento de su educación. Dentro de este compromiso con el gobierno chino, los estudiantes en el extranjero están obligados a volver a China antes de que transcurran dos años de haber finalizado sus estudios e informar de forma periódica a la embajada de China en el país de destino.
El dilema de seguridad nacional en Países Bajos está ligado a la capacidad de China de producir chips con tecnología de última generación. Dentro de un contexto de tensión entre China y Estados Unidos, cada país está interesado en proteger su conocimiento tecnológico y estratégico antes de que potencias productivas como China acaparen el mercado.
En relación a esto, Dijkgraaf continuó su declaración alegando que «si quieres una tecnología en particular, lo primero que intentas es comprarla. Si no lo consigues, intentas invertir en ella. Y si esto tampoco funciona envías a personas a las instituciones de tecnología con el propósito de obtener el conocimiento necesario para desarrollar esa innovación«.
Cabe resaltar que Países Bajos es uno de los países europeos con mayor potencial en el ámbito de los semiconductores. Algunas de sus universidades tienen un prestigio conocido debido a la gran calidad de su formación técnica y científica. Es por ello que no se debe mirar con extrañeza que se preserve de forma estratégica la información frente a la posibilidad de que el gigante asiatico la consiga y les quite comercio y participación en el sector.