Graves hechos como el asesinato de nueve personas, ocurrieron durante las manifestaciones en Cochabamba contra la reelección de Evo Morales, y también de diez protestantes en El Alto, durante la gestión de Jeanine Áñez.
La Oficina de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó hoy que se han registrado “asesinatos, torturas, malos tratos y detenciones arbitrarias” en Bolivia.
Al menos treinta personas fallecieron durante las protestas ocurridas tras los polémicos resultados electorales del año pasado. Evo Morales había sido electo nuevamente, y numerosas voces nacionales e internacionales cuestionaron su legitimidad. Dando como consecuencia, una transición violenta que involucró un enfrentamiento con las fuerzas armadas, la persecución del expresidente, y la entrada al poder de Jeanine Áñez.
Según los informes de la ONU, veinte de los fallecimientos en esas protestas, se dieron durante operaciones con la finalidad de doblegar las protestas ciudadanas. «Algunos testimonios indicaron que las fuerzas de seguridad recurrieron al uso innecesario o excesivo de la fuerza contra los manifestantes y utilizaron armas para dispersar a la multitud», afirma un comunicado de la misma oficina.
El gobierno de Bolivia no ha rendido cuentas a la ONU por las muertes ocurridas en Cochabamba y El Alto. Bachelet lamentó que después de nueve meses, aún no hayan recibido una respuesta, y que alrededor de los casos reine la impunidad. Asimismo, personal de Derechos Humanos de la ONU, precisó el comportamiento de los funcionarios públicos y particulares como “violento e incendiario”, por el uso de violencia física y verbal contra los miembros de comunidades indígenas.
La transición de poder en Bolivia también ha tenido tintes de persecución política y judicial contra los funcionarios vinculados al anterior Gobierno. El informe de la ONU dejó constancia de esto como una problemática que revelaría las deficiencias del sistema de justicia. De igual manera, recomendó que deben ser resueltas garantizando el debido proceso, y resaltó la importancia de fortalecer las instituciones, y sus lazos de confianza con la ciudadanía.
Bachelet expresó sus esperanzas para el camino hacia las elecciones generales en Bolivia. «Insto a los bolivianos a que aprovechen esta resolución pacífica de las últimas tensiones, dada la importancia de que las elecciones transcurran respetando plenamente los derechos humanos».