Durante una sesión virtual de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el canciller de Nicaragua, Arturo McFields Yescas, denunció este miércoles al Gobierno de Daniel Ortega. McFields, durante su discurso, calificó al gobierno nicaragüense como una «dictadura» y destacó la falta de libertades.
También, aseguró que no existen organismos de derechos humanos independientes, partidos políticos opositores o separación de poderes. Asimismo, denunció la prohibición de universidades privadas y la cancelación de 137 ONG’s en su país.
El canciller dijo que hablaba en nombre de los 177 presos políticos y de los más de 350 fallecidos durante las protestas, así como de los miles de servidores públicos, civiles y militares que se ven «obligados por el régimen» a «fingir». Posteriormente, renunció al cargo.
«Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible (…) Tengo que hablar, aunque tenga miedo. Tengo que hablar aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos».
Arturo McFields, Embajador de Nicaragua en la OEA.
Ante lo sucedido, la cancillería de Nicaragua, mediante un comunicado, desconoció la representación de McFields ante la OEA. Además, aseguró que el embajador Francisco Campbell Hooker es el único debidamente acreditado.
El día de hoy, el presidente Ortega destituyó de manera oficial al canciller. Con esto, el mandatario deja sin efecto el nombramiento de McFields como Representante Permanente de la República de Nicaragua ante la OEA, designado el 27 de octubre del año pasado.
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Un acto de valentía
Tanto organismos internacionales como distintas autoridades alabaron la valentía del ahora ex canciller. Uno de ellos fue el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien a través de su cuenta de Twitter, felicitó el coraje de McFields por «dar voz a los millones de compatriotas nicaragüenses que esperan un retorno a la democracia».
El hecho también fue aplaudido por miles de nicaragüenses, quienes de igual forma, mostraron su apoyo en redes sociales. Cabe destacar que, en el país centroamericano, el uso de las redes sociales para comentar sobre el gobierno es un delito.
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De periodista a embajador
Antes de asumir el cargo de canciller, Arturo McFields se desempeñaba como periodista. Su primer encuentro con el presidente fue en navidad de 2006. En noviembre de dicho año, Ortega había ganado las elecciones presidenciales y retornó al poder.
McFields, encabezó una transmisión en vivo desde la casa del mandatario y sostuvo una conversación con Rosa Murillo, esposa de Ortega. El entonces periodista, hasta ahora, fue el único de su profesión en entrar en la residencia presidencial ubicada en Managua.
En 2011, trabajó como agregado de prensa en la embajada de Nicaragua en Estados Unidos. Posteriormente, ascendió al cargo de ministro consejero de la misión permanente de su país en la OEA. Ya en octubre del año pasado, recibió el cargo de representante, con el rango de Embajador Extraordinario de y Plenipotenciario.
