Este martes, tras un operativo policial, el ministro del interior venezolano anunció la muerte de Carlos Luis Revette, alias «el Koki». El delincuente fue abatido en un enfrentamiento con la policía, en un operativo contra su banda criminal que duró tres días. Se trataba del criminal más buscado en Venezuela, con una recompensa de medio millón de dólares.
Él controlaba una de las bandas más grandes en Venezuela, controlando la zona conocida como Cota 905, donde viven 700,000 personas. El pasado mes de julio, el gobierno venezolano dirigió un intento de captura en su barrio que movilizó a 3,000 efectivos. Esto causó un tiroteo que duró una semana en la zona y expulsó a la banda del sector, pero el Koki había logrado escapar.
El Koki
Con 46 años al día de su muerte, lideró su banda desde el 2015, tras la muerte del antiguo líder conocido como «El Chavo». Su caso era una anomalía, superando la expectativa de vida de pandilleros promedio por 20 años. También tenía una orden de captura desde el 2012 por el asesinato de policías, pero nunca había pisado el interior de una cárcel.
Su banda se volvió una «megabanda» tras conseguir expandirse a diferentes barrios desde su bastión en la Cota 905 con más de 60 hombres. A través de alianzas con otros pandilleros y eliminado a sus rivales directos, el Koki logró controlar un territorio con 700,000 personas en la capital venezolana de Caracas.
La pandilla se dedicaba al tráfico de drogas, secuestros y el robo de autos en Caracas, para lo cual contaba con equipamiento militar, incluyendo ametralladoras, fusiles y lanzacohetes. El método más característico de su líder era asesinar y prender fuego a sus víctimas.
Desde el 2012 el Gobierno venezolano había acordado una tregua con las bandas criminales para reducir la violencia. Los criminales entregarían sus armas y dejarían de cometer violencia a cambio de dinero para invertir en negocios lícitos y que la policía no entraría a sus áreas de control. Estas «zonas de paz» dejaron que las bandas florezcan y emplearon el dinero para comprar armas más modernas y letales. Una de las pandillas más beneficiadas por esto fue la del Koki.
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Intentos de captura
En la Cota 905 se llevó a cabo la primera Operación de Liberación del Pueblo en 2015, un operativo militar y policial contra la delincuencia. En esta se denunciaron múltiples violaciones de derechos humanos por las fuerzas del orden y 15 personas murieron, la mayoría inocentes. Según un reporte después de la acción, el Koki había sobornado a policías para que le avisaran sobre la operación.
En julio del 2021 la larga tregua entre el gobierno y el Koki fue rota cuando el último le declaró la guerra a la policía. Un nuevo operativo policial vio a 3,000 agentes entrar a la Cota 905 y enfrentar a la pandilla por una semana entera. El enfrentamiento dejó entre 26 y 33 muertos y a otros 38 heridos. De los muertos, cuatro fueron policías y la mayoría fueron víctimas de balas perdidas.
Mientras que el operativo no dio a la captura al Koki, la policía ocupó la zona y mantiene control de esta hasta ahora. Su paradero había sido un misterio hasta el domingo, cuando el ministro del interior anunció la operación Guaicaipuro II. Varios reportes indicaban que primero huyó al Perú y luego a Colombia.
El operativo iniciado el domingo fue llevado a cabo por fuerzas especiales de la Policía Bolivariana en Las Tejerías, en el Estado central de Aragua. El martes el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, anunció por Twitter la muerte del pandillero. Otro pandillero local que aparentemente se había aliado con el Koki, conocido como «el Conejo», también fue abatido. Finalmente, la policía logró desmontar los puestos de control armados por las pandillas en la zona.
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