En Latinoamérica, distintos países han tenido que afrontar procesos inflacionarios que han desencadenado crisis preocupantes. Asimismo, la inflación en varios de los casos ha presentado desencadenantes en común, como el alza en el precio de los combustibles y el aumento del salario mínimo.
Donde el segundo, buscaba ser una medida que calmara el malestar social, pero originó el incremento de la inflación. Claro está, que la pandemia del covid-19 ha aumento la inestabilidad económica en la región. Y en el Perú, ha exacerbado la desigualdad e informalidad en el país, hecho que ha desencadenado una crisis social y ha dado mayor espacio para el populismo.
Crisis en Perú y Bolivia en el 85
Con la crisis de endeudamiento internacional de 1982, todos los países latinoamericanos se vieron afectados. Claro está, que Bolivia fue el país más golpeado, llegando a alcanzar una hiperinflación con precios 625 veces más altos.
Debido a esto, se desencadenó la mayor manifestación en el país. El motivo de la crisis económica fue el deterioro de las finanzas del sector público, ocultado mediante el endeudamiento externo.
Mientras la crisis en Bolivia finalizaba, en 1985, un joven Alan García asumió la presidencia del Perú. A pesar de que el objetivo de García era controlar la inflación, su mandato llevó al Perú al más alto nivel de inflación visto con 2.178.482%, únicamente superado por Maduro en Venezuela.
Entre las medidas tomadas por García, que pueden hacer eco en la actualidad, se encuentra el aumento de los precios de los combustibles y de algunos productos básicos, de primera necesidad, junto al aumento de los sueldos en un 18%. Asimismo, para evitar un shock, su gobierno intentó compensar su medida mediante subsidios estatales, lo que conllevó al alza de precios.
Esto, sumado a la impresión de dinero, resultó en el disparo de la inflación. Es así que, con la moneda nacional devaluada al 24% y el país en recesión, García optó por préstamos del FMI y el Banco Mundial. En consecuencia, el país entró en la hiperinflación con los precios alzados al 114%.
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Crisis en Venezuela
Hasta la fecha, la situación de Venezuela es insostenible, a pesar de ya haber salido de la hiperinflación. Este país sigue manteniendo la inflación más alta del mundo alcanzando el 340,5%.
Ciertamente, Venezuela es un país rico, pues posee las reservas de petróleo más grandes del mundo. Sin embargo, el gobierno tomó la mala decisión de construir un país netamente dependiente de este recurso, siendo que el 95% de ingresos de exportaciones dependen de este.
Por consiguiente, cada pequeña caída en el precio del crudo afecta gravemente la economía venezolana. En consecuencia, con la caída del crudo en 2014, el país entró en déficit de moneda extranjera.
Esto afectó la importación de bienes causando escasez en el país, situación que prevalece hasta el momento. Maduro, con el objetivo de calmar a la población, optó por aumentar el salario mínimo e imprimir billetes, lo que empeoró la situación.
Es más, en Venezuela gran parte de la población se ve obligada a consumir alimentos en mal estado. Con los cortes de luz y agua, hacen la situación insostenible para los hogares y empresas; principalmente para hospitales públicos y mercados que son incapaces de mantener los productos como carne en buen estado.
Estallido social en Chile
El 18 de octubre del 2019, se dió en Chile el estallido social, que fue un gran movimiento de masas. Sobre todo, marcado por la violencia, saqueos, marchas históricas, abuso policial e informes sobre violaciones de DD. HH.
El motivo fue el alza en el valor del pasaje por 30 pesos chilenos. Por lo que, estudiantes secundarios y universitarios se organizaron para evadir masivamente el pasaje del metro de Santiago.
A partir de aquel momento, con el pasar de los días, las protestas fueron en aumento, es más, la violencia escaló de manera desproporcionada, llegando a la destrucción del metro. Por ende, el entonces presidente, Sebastián Piñera, decretó en Estado de Emergencia el país y, posteriormente, el toque de queda en ciertas ciudades.
Finalmente, para darle solución al problema, Piñera decidió cancelar el aumento del pasaje del metro. Sin embargo, las protestas no pararon y se llevó a cabo una gran marcha en la plaza Italia, ubicada en el centro de la capital.
Con todo esto, el gobierno inició el proceso para la realización de una nueva constitución. Y de este modo se desarrolló el plebiscito para determinar si la población quería o no el cambio de la constitución. Por lo que, a la fecha, el Congreso Constituyente se encuentra redactando una nueva constitución.
Crisis de poder en Perú
A partir de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski en 2018 en medio de acusaciones de corrupción y sobornos. El Perú ha sufrido una gran inestabilidad política, donde por el poder han pasado 4 presidentes en tan solo 4 años. Debido a procesos de vacancia por incapacidad moral, figura que sigue siendo una constante en la actualidad.
Tras la vacancia del ex-presidente Martín Vizcarra, asumió el poder el ex Presidente del Congreso, Manuel Merino, siendo acusado de haber planeado lo ocurrido. Por ello, la población se movilizó para exigir la renuncia de Merino. Las marchas se mantuvieron por varios días, y la violencia de estas resultaron en la muerte de dos jóvenes protestantes.
De hecho, estas muertes desencadenaron la renuncia de Merino y el procesamiento judicial de miembros de la policía. Por consiguiente, el entonces Presidente de la Mesa Directiva, Francisco Sagasti, siguiendo el proceso de sucesión presidencial contemplado en la Constitución, asumió el mando.
En este panorama de crisis política, sumada a la crisis económica y social ocasionada por la pandemia, se desarrollaron las elecciones del 2021. Como resultado, asumió la presidencia Pedro Castillo. Desde entonces, este ha modificado su gabinete cuatro veces en menos de seis meses. Además, el presidente ha sido vinculado a casos de corrupción, motivo por el cual ya ha afrontado dos procesos de vacancia.