Ha pasado más de un mes desde que Rusia invadió Ucrania y luego tantas exhortaciones de la comunidad internacional para que las partes involucradas en este conflicto retomen el diálogo; al parecer comienzan a darse las condiciones para ello. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan; ha vuelto a mediar entre los gobiernos de Rusia y Ucrania y los ha invitado a reunirse de nuevo en una nueva mesa de diálogo. Tanto Moscú y Kiev han saludado la invitación de Erdoğan y han enviado una delegación de negocioadores para reunirse esta semana en Estambul.
La posición turca
A pesar de ser miembro de la OTAN, Turquía se mantiene firme en su postura de rechazo en relación a la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia. No obstante, las relaciones diplomáticas entre Ankara y Moscú siempre han sido muy estrechas. Por lo que Turquía estaría jugando un rol fundamental como mediador en este conflicto.
El pasado 10 de marzo, los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania tuvieron una primera reunión de acercamiento en Turquía, la cual no llegó a un acuerdo muy exitoso. Sin embargo, y a petición del mandatario turco, ambos países se han reunido en la antigua capital del imperio otomano desde el pasado lunes 28 de marzo.
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La reacción de Rusia
Desde Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, resaltó que la postura del Kremlin sigue siendo enfática en que Ucrania renuncie definitivamente a su intención de adherirse a la OTAN y a la posibilidad de ser un país neutral en almacenar armas nucleares. Por su parte, los delegados de Kiev manifestaron que desde el inició la guerra, el presidente Volodomyr Zelenski anunció que su Gobierno no insistirá más en formar parte de la OTAN.
En esa misma línea, la delegación ucraniana propuso la realización de un pacto de seguridad garantizada, donde Rusia se comprometa a retirar sus tropas de su territorio e invita a que países como Reino Unido, Francia, China, Estados Unidos, Alemania, Italia, Canadá, Polonia, Israel y Turquía sean garantes de dicho acuerdo.
De llegar a concretarse dicho tratado, Ucrania se compromete a mantener su neutralidad como país posedor de armas nucleares. De igual manera, renuncia a su plan de adherirse a la OTAN, lo cual no la impide en su decisión como nación soberana a decidir en formar parte de la Unión Europea en el futuro. Así lo afirmaron los miembros de la delegación ucraniana al término de la segunda ronda de diálogo. Si bien estos primeros acuerdos no son definitorios; es un primer avance tras retomarse el diálogo entre ambos.
La delegación rusa afirmó que toma con seriedad la propuesta de los delegados ucranianos, misma que será informada a Moscú. Mientras que la delegación rusa anunció que en los próximos días se producirá una reducción de actividad militar rusa en las ciudades de Kiev y Chernigov; para así formentar la confianza entre las partes negocidoras. El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, aseguró que ambas delegaciones tienen la mejor voluntad de llegar a un acuerdo pronto y confía que en las próximas reuniones se puedan realizar a nivel de cancilleres.
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Los cabos sueltos por tratar
Aún quedan varios puntos complejos pendientes; como las cuestión referente a las regiones separatistas de Donestsk y Lugansk. La delegación ucraniana afirmó que su posición sobre las fronteras de su país sigue siendo la misma desde que se estableció la independencia en 1991. Sobre este asunto aseveraron que no existen compromisos ni líneas rojas que tratar. En todo caso, será un tema que tendrán que abordarse en una reunión de jefes de Estado de ambas naciones.
Por último, se puede concluir que el diálogo y la diplomacia promovida por el gobierno de Erdogan comienza a dar frutos. Solo queda esperar la decisión que adopte el Kremlin, la cual debe hacerse notar con la progresiva reducción de ataques rusos sobre territorio ucraniano; los cuales se siguen produciendo diariamente a pesar de haberse retomado el diálogo entre Moscú y Kiev.