Tras el anuncio en conjunto de la primera ministra finlandesa, Sanna Marin y del presidente Sauli Niinistö, donde confirmaron la decisión del Gobierno finlandés de adherirse a la OTAN. Su homóloga en Suecia, Magdalena Andersson, también confirmó la intención de su Gobierno de unirse a la Alianza Atlántica liderado por los Estados Unidos de América. El anuncio de ambas líderes nórdicas ha sido tomado como una amenaza para Rusia.
Intentos de amenaza
Años atrás, el expresidente ruso y número dos del Consejo de Seguridad de su país, Dimitri Medvédev, ya había amenazado con instalar armas nucleares en las fronteras contra los países bálticos y Finlandia; si ese país y su vecina Suecia solicitaban el ingreso en la OTAN. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova; calificó que la entrada de Finlandia y Suecia al bloque militar del Atlántico, tendría graves consecuencias político-militares que requerirían una respuesta inmediata de país.
No obstante, la amenaza del Kremlin ruso no parece amedrentar en nada Finlandia; que a pesar de llevar muchos años manteniendo su neutralidad como estado y de compartir una frontera de 1340 kilómetros con Rusia; no cree que su decisión de formar parte a la OTAN lleve a Rusia a utilizar armas nucleares en su contra. Sería la última opción que aplicarían los rusos, puesto que agravaría aún más la situación hasta hacerla imparable donde ninguno país saldría vencedor.
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Guerra pasada
Finlandia tiene un pasado bélico contra Rusia que sucedió durante la guerra de invierno de 1939. En ese entonces, la Unión Soviética atacó Helsinki, pensando que sería fácil la rendición de los finlandeses; quienes a pesar de su supuesta inferioridad militar supieron hacerles frente a los soviéticos. Desde aquella vez, Finlandia se ha venido preparando durante décadas para no repetir el mismo episodio de la Segunda Guerra Mundial.
En Finlandia aún se mantiene el servicio militar obligatorio a todos sus ciudadanos, dispone de unos 900 mil reservistas y su gasto militar para el 2022 supera los € 5 mil millones de euros, equivalente al 1,96% de su PBI. Presupuesto con el cual ha destinado la compra de 60 aviones cazas F35, misiles de combate y equipos auxiliares previo a la invasión rusa sobre Ucrania.
Por último, no todo es cuestiones de defensa militar para el país nórdico. En lo que va desde las últimas décadas, el Gobierno finlandés ha construido miles de refugios subterráneos en las zonas pobladas más urbanas de su territorio; para albergar tanto a sus ciudadanos como a los extranjeros que se encuentren de paso en el país ante un eventual ataque. Convirtiéndose en una nación preparada para la guerra; muy lejos de igualarse aquellas naciones que han sido víctimas de las amenazas rusas y que a pesar de tener la intención de defender su soberanía han fracasado en el intento. Finlandia no es igual Ucrania y de iniciarse otro conflicto bélico, el éxito de Putin en esta nueva campaña será muy incierto.