Una región puede clasificar como parte de una «epidemia» de violencia cuando su tasa de homicidios es de más de 10 personas por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para erradicar la violencia, 17 países latinoamericanos están por encima de esta tasa.
Actualmente, la tasa de asesinatos más alta en la región es de 49.4, aunque esta en 2018 llegó a 81.4. Es así como en algunas regiones se han dado cambios positivos, mientras en otras la situación ha empeorado.
Violencia en la región
El último reporte de Insight Crime revela los números y tasas de homicidios para toda la región en 2021, excepto en Argentina y Bolivia. Según este, el país con más homicidios el año pasado fue Jamaica, con un total de 1.463 y una tasa de 49.4. El segundo más grande fue Venezuela con 11.081 asesinatos pero con una tasa de 40.9. El informe nos muestra que Jamaica ha aumentando su violencia lentamente, con una tasa de homicidios de 47.4 en 2019, mientras que Venezuela la ha reducido drásticamente teniendo 60.3 el mismo año.
Del mismo modo, varios países mostraron un descenso en la violencia durante 2020 por la pandemia como Guatemala, Bélice, Trinidad y Tobago, Honduras y Puerto Rico. Sin embargo, sus tasas aumentaron en el 2021 con las cuarentenas menos estrictas. En 2021 se vio un aumento general de tasas de homicidios en Latinoamerica. Tras esto, se redujo la cantidad de países con tasas de asesinatos menores a 10 por cada 100.000 habitantes de 8 a 5. Empero, otros estados como Brasil, Colombia y México han mantenido relativamente estables sus tasas de asesinato, siendo estas 18.5, 26.8 y 26 respectivamente.
La violencia en todos los países se genera por el crimen organizado y el tráfico de drogas, siendo estos los grandes problemas para la seguridad ciudadana en los países con altas tasas. Guerras entre bandas criminales por el control de rutas de narcotráfico o territorio en ciudades causan la muerte de varios civiles. Adicionalmente, el crimen violento como la extorsión y el secuestro se hace más popular. En Venezuela, se une a esto las fuerzas del orden que matan tanto a civiles como a criminales.
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El caso de Colombia
Recientemente, la ONU alertó que el nivel de violencia en Colombia es el más alto visto desde 2014 durante el conflicto con las FARC. La representante de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Juliette de Riveros, dijo que desde el 2014 “no se presentaban cifras tan altas de masacres en el territorio”. Parece que, esto viene por un incremento de actividad de narcotraficantes, disidentes de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional.
En el 2021 hubo 78 masacres en todo el país, cuatro más que en 2020. En las 78 masacres se han registrado 292 víctimas, entre ellas 15 menores. Adicionalmente, el mismo año, se recibieron 202 alegaciones de homicidios de personas defensoras de derechos humanos. Según la ONU, estos líderes sociales viven bajo amenaza, constatando 1.116 agresiones e intimidaciones. Si bien estas agresiones son causadas por grupos armados como las guerrillas o narcotraficantes, se han reportado también participaciones de «agentes del estado».
El reporte también señaló la gran cantidad de desplazados internos debido a la violencia. En 2020 26.291 personas tuvieron que huir de sus comunidades debido a la presencia de grupos armados. Seguidamente, en 2021 este número aumentó a 72.388, a este número se le añade 57.787 personas que por combate o por minas antipersonales están confinados sus hogares.
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Decenso de violencia
El Salvador se ha visto un descenso de violencia gigante desde la llegada al poder del controversial presidente Nayib Bukele. Con su llegada al cargo en 2019, la tasa de homicidios pasó a ser de 36 personas 17.6 por cada 100.000. Este número se consideró una fantasía, debido a que años atrás la tasa de asesinatos en el país superó 100 personas. Es así como en 2021, se reportaron 1.140 asesinatos, 200 menos que en 2020.
Sin embargo, se cree que esto se debe a varios tratos ilícitos que el presidente ha hecho con las pandillas del país. El cual consistiría en la reducción de sus asesinatos a cambio de teléfonos y trabajadoras sexuales para los líderes pandilleros en prisión. Igualmente, también se piensa que las bandas criminales simplemente están intentando esconder la evidencia de homicidios.
De manera similar, Perú también vio una reducción de su tasa de violencia en 2021, pasando de tener 8.3 en 2020 a 4.3 homicidios por cada 100.000 personas en 2021. Lo cual significaría que en el año pasado se cometieron 1.427 asesinatos, contrastando con la solicitud del estado de emergencia en Lima. Sin embargo, parece ser que la violencia aumentó en la ciudad con 776 homicidios registrados en Lima y Callao, más de la mitad de todos los asesinatos en el país.