Los flujos migratorios son parte importante de la realidad de América Latina. Las altas tasas de desigualdad, junto a las crisis políticas que enfrentan múltiples países de la región propician los desplazamientos. Y aunque el fenómeno de la migración es de larga data, aún no se logra una respuesta coordinada y eficiente.
Para ahondar en estas complejas dinámicas migratorias, Diario El Gobierno conversó con José Villanueva. Para el magíster en relaciones internacionales, la desigualdad socioeconómica es uno de los principales causales de la migración en Latinoamérica. «Aunque tenemos algunas potenciales, como Brasil o México, con crecimiento económico, esto no se ha traducido en que la gente salga de la pobreza», indica Villanueva.
Según explica el analista internacional, ello habría colapsado con otros factores, como las falencias económicas y sanitarias resultantes de la pandemia del coronavirus. Y tampoco se pueden dejar de lado las turbulencias políticas cuando, además de Venezuela, las crisis políticas en países centroamericanos – como Honduras, Guatemala y Nicaragua – fuerzan a la población a huir en búsqueda de mejores oportunidades.
Integración: uno de los principales retos entorno a la migración
Una de las lamentables consecuencias del éxodo venezolano ha sido el surgimiento de la xenofobia. Para José Villanueva, este tipo de problemas se producen con mayor facilidad cuando no existe una hoja de ruta clara. Esta debería estar orientada a «acoger, proteger y, sobretodo, integrar» a los migrantes.
Al respecto, es imprescindible considerar los casos de los desplazados afganos que podríamos recibir eventualmente en el país. Si el choque cultural ya existe entre personas que comparten un mismo idioma, será un mayor desafío integrar formas de vida heterogéneas. Además, Villanueva trae a colación que «el Perú tiene el problema de los feminicidios, y si ahora se van a recibir mujeres y niñas afganas, hay que pensar en dónde van a estar y cómo se les va a proteger». Ello también tomando en cuenta su cultura.
¿Qué sucederá con los haitianos?
En los últimos tiempos, Haití ha sido el blanco de múltiples adversidades; el asesinato de Jovenel Moïse, un terremoto de 7.2 y el paso del fuerte huracán Grace. A estos sucesos, se añaden la pobreza, la inseguridad alimentaria y la actual pandemia que alimentan olas de emigración que tienen como principal destino los Estados Unidos.
Pero para llegar al país norteamericano, los desplazados pueden encontrarse con problemas, como la trata de personas o los cobros excesivos de las embarcaciones para realizar su trayecto. En esa línea, Villanueva recalca que «los puntos fronterizos son donde están los crímenes» y es allí que los organizaciones criminales «busca reclutar a los migrantes a aprovechándose de su necesidad».
Considerando este escenario, el internacionalista señala que la asistencia humanitaria o la apertura de fronteras para los haitianos son soluciones de alcance limitado. En su perspectiva, la única solución en el largo plazo es el diálogo «para limar las asperezas» entre la sociedad civil y el Gobierno. Caso contrario, considera que «la situación podría llegar a ser insostenible y requerir una intervención internacional».
Siguiendo esa línea, Villanueva considera que la forma más efectiva de afrontar la migración en el futuro es a través de la creación de capacidades en los principales países de origen. Así, se podrían evitar éxodos masivos imposibles de manejar en los países de tránsito o de destino.
Mayor coordinación regional
Para el analista internacional, la coordinación interestatal es clave en el control y manejo de los flujos migratorios. Además, destaca la importancia de involucrar a las principales organizaciones internacionales, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las ONG’s en la elaboración de estrategias regionales.
Como referente de estas últimas, indica que la Unión Europea tiene «uno de los programas más avanzados» en materia migratoria. Específicamente, resalta los acuerdos de división del número de migrantes, según las capacidades de cada país. Por ello, también considera como posibles alternativas promover la ubicación de los desplazados en zonas distintas a la capital y así propiciar mayor descentralización.
LEA MÁS AQUÍ: Argentina: La aplastante derrota del kirchnerismo en las PASO