Hoy, jueves 18 de marzo, es una fecha histórica para el Sistema Nacional de Salud en España; con 202 votos a favor por parte de los partidos de izquierda, de centro y regionalistas; 141 en contra ; 2 abstenciones; la eutanasia ha recibido el visto bueno del pleno del Congreso de los Diputados y se convierte en ley.
De esta forma, España se convierte en el séptimo país del mundo en permitir que un paciente incurable reciba ayuda para evitar el prolongado sufrimiento de su enfermedad. Pues, la ley regula la eutanasia y el suicido asistido. Cabe destacar que, la mencionada medida llega al Congreso para su aprobación definitiva con una modificación. Esta, obliga a cada comunidad autónoma a crear, en tres meses, la Comisión de Garantía y Evaluación necesaria para que los ciudadanos puedan ejercer su recién adquirido derecho a la eutanasia.
Inmediatamente después, los aplausos resonaron en la cámara baja por varios minutos. Hoy «es un día importante para aquellas personas que se encuentran en una situación de grave padecimiento. También lo es para sus familias», mencionó la ministra de Sanidad, la socialista Carolina Darías.
Durante su tramitación en el Congreso y el Senado, la propuesta ha tenido que superar los votos presentados por los partidos de la derecha, especialmente conservadores como el Partido Popular y VOX. Estos últimos, planean llevar la nueva ley al Tribunal Constitucional con el apoyo de organizaciones provida.
Precisamente, José Manuel Marín, senador de VOX por Murcia, califica esta ley como contraria a la «vida y viene a implantar la cultura de la muerte en España. Es por ello, y porque toda la vida es digna desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, que VOX va a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional. Además, vamos a pedir que no se aplique la ley hasta que los magistrados dicten sentencia».
En contraste con lo anterior, el médico malagueño, Fernando Marín, presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente, desea que «haya lealtad al proceso democrático, pero esperamos maniobras que puedan entorpecer el ejercicio a este derecho».
Condiciones estrictas
La norma prescribe que cada persona con «enfermedad grave e incurable» o padecimiento «crónico e imposibilitante» pueda solicitar ayuda para morir; evitando así, un «sufrimiento intolerante».
Demás está decir que serán necesarias algunas restricciones para aplicar este nuevo derecho. Lo primero, es que quien lo solicite tiene que ser de nacionalidad española o residente legal. Del mismo modo, tiene que ser «capaz y consciente» en el momento de hacer la petición. Misma, que debe ser formulada por escrito sin ninguna presión externa y repetirse quince días más tarde.
Asimismo, el médico podrá rechazarla si considera que el paciente no cumple con los requisitos, Además, debe ser aprobada por otro médico y por una Comisión de Evaluación. También, cualquier profesional de la salud puede alegar a la «objeción de conciencia» para negarse a participar en el procedimiento, costeado por la sanidad pública.
Llamamientos a la movilización
Uno de los principales obstáculos que tiene la ley además del enfrentamiento con los partidos de derecha como VOX, son las organizaciones médicas como el Colegio Médico de Madrid , que tras su cambio de presidencia se ha mostrado muy beligerante con la medida. «Demandamos una Ley General de Ciudadanos Paliativos, previo diálogo con las profesionales sanitarias, y la retirada del proyecto de la ley de eutanasia. En el caso que no se produzca dicha retirada, nos reservamos el derecho de solicitar a la Comunidad de Madrid, la no aplicación de una ley injusta que va en contra de la ética y la deontología», sostuvo la organización. De la misma forma, Asamblea por la Vida, que representa a 140 organizaciones provida de España también ha anunciado movilizaciones.
España se une a la lista
Cuando entre en vigor la ley, después de una moratoria de tres meses, España será el cuarto país europeo en permitir la muerte asistida, después de Holanda, Bélgica y Luxemburgo. De la misma forma, en América Latina, solo Colombia la acepta, aunque no ha legislado al respecto. Finalmente, la legislación fue aplaudida por organizaciones que defienden el derecho a morir dignamente, aquellas que mantuvieron una lucha durante décadas. Décadas, en las que casos controversiales visibilizaron la problemática.