En un domingo marcado por la violencia, Israel y Hezbolá protagonizaron el mayor intercambio de fuego desde el estallido de la guerra en Gaza en octubre. Aviones israelíes desataron una ofensiva aérea sobre el sur del Líbano, mientras el grupo militante libanés respondió con una lluvia de drones y cohetes cruzando la frontera. Este dramático episodio, aunque contundente, detuvo justo antes de desatar una guerra total en la región.
Ataques «preventivos» y represalias
Israel ha anunciado la realización de un ataque aéreo preventivo contra «miles» de lanzadores de cohetes y misiles de Hezbolá, que, según el gobierno israelí, estaban listos para un ataque masivo contra su territorio. En respuesta, Hezbolá ha declarado que su operación estaba planeada y que sus ataques se dirigieron exclusivamente a objetivos militares.
El conflicto ha causado un saldo devastador: en el Líbano, los ataques israelíes han resultado en la muerte de al menos 126 civiles y cerca de 400 combatientes de Hezbolá. En Israel, las represalias de Hezbolá han llevado a la muerte de 24 civiles y 19 soldados, según datos de The Washington Post. La violencia se intensificó durante el fin de semana con un intercambio significativo de ataques, donde Israel desplegó alrededor de 100 aviones para bombardear posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano.
Hezbolá respondió lanzando cientos de cohetes y drones contra bases militares en el norte de Israel. Imágenes difundidas por Al Mayadeen mostraron enormes columnas de humo elevándose sobre Zibqin, en el sur del Líbano, tras los ataques aéreos israelíes. Hezbolá confirmó la muerte de dos de sus miembros y de un combatiente del Movimiento Amal, mientras que medios estatales libaneses informaron de graves daños en las infraestructuras eléctricas y de agua de la región.
LEE TAMBIÉN: Ataque hutí provoca incendios en petrolero griego en el mar Rojo
La crisis humanitaria se agrava
En paralelo, la situación en la Franja de Gaza se ha intensificado tras la orden de evacuación emitida por Israel este domingo, que afecta a la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave palestino. Más de 250.000 civiles han huido de la zona desde entonces, según las autoridades locales, en lo que constituye la mayor ola de desplazamientos desde que comenzó el conflicto. Las organizaciones humanitarias y la ONU han expresado su preocupación por la falta de refugio seguro para los desplazados en un enclave ya sobrepoblado y devastado por la guerra.
El ejército israelí ha intensificado su ofensiva en Gaza, instando a los residentes de Deir al Balah a trasladarse al oeste, generando inquietud por la cercanía del Hospital Al Aqsa, el principal centro médico de la zona, a las áreas que Israel ha declarado como peligrosas. La situación en Gaza sigue siendo crítica, con los civiles atrapados en medio de intensos combates.
Múltiples detonantes
Mientras tanto, el líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, declaró que los ataques con cohetes buscaban saturar los sistemas de defensa aérea de Israel para permitir que los drones lograran «pasar». Sin embargo, las autoridades israelíes informaron que la mayoría de los más de 150 proyectiles fueron interceptados, y no se reportaron víctimas ni heridos en Israel. “El ataque de hoy es un paso más hacia el cambio de la situación en el norte”, declaró el primer ministro Netanyahu, refiriéndose tanto a Nasrallah como al líder supremo de Irán, Ali Khamenei.
Desde el 8 de octubre, un día después del ataque sorpresa de Hamás en Israel, Hezbolá ha lanzado ataques transfronterizos casi a diario. Las tensiones se intensificaron aún más tras el asesinato selectivo de Fuad Shukr, un alto comandante de Hezbolá, el mes pasado, lo que el grupo prometió vengar. Israel atribuye a Shukr la responsabilidad de varios ataques recientes, incluyendo una explosión en un campo de fútbol en los Altos del Golán que mató a 12 niños.
Ante la escalada de tensiones, diplomáticos han redoblado sus esfuerzos para evitar una guerra más amplia, intentando reactivar las estancadas negociaciones de alto el fuego en Gaza. Este domingo, negociadores de Israel y Estados Unidos se reunieron para discutir posibles soluciones.
LEE TAMBIÉN: Macron busca primer ministro en una Francia políticamente dividida
Nuevo estancamiento en las negociaciones en El Cairo
La delegación israelí, encabezada por los jefes del Mossad y del Shin Bet, abandonó El Cairo el domingo 25 de agosto sin haber logrado avances significativos en las negociaciones para una tregua en Gaza. Las conversaciones, mediadas por Qatar, Estados Unidos y Egipto, solo produjeron un acuerdo preliminar para una tregua de 5 a 7 días destinada a facilitar la entrada de ayuda médica y vacunas en Gaza.
Egipto ha exigido la retirada de las tropas israelíes del corredor de Filadelfia, pero Israel ha accedido únicamente a permitir la presencia de empleados de la Autoridad Nacional Palestina en el cruce de Rafah, sin izar la bandera palestina. Además, Israel ha propuesto mantener ocho posiciones militares en el corredor durante la primera fase de la tregua.
Hamás, por su parte, ha rechazado las nuevas condiciones impuestas por Israel, incluida la presencia de fuerzas israelíes en la frontera egipcia, y ha reiterado su apoyo al borrador del 2 de julio auspiciado por Estados Unidos. Egipto también ha rechazado las propuestas israelíes de mantener una presencia militar en el Corredor de Filadelfia y en Netzarim. Hasta el momento, no se han programado nuevas reuniones para continuar las negociaciones estancadas.