El presidente francés, Emmanuel Macron, dio una entrevista este martes donde dijo querer «fastidiar» a los no vacunados. Sostuvo que su estrategia contra la pandemia consistirá en «vacunar, vacunar y hacerle la vida imposible a los que no tienen vacunas». Con esto se refería a poner una serie de restricciones en sus vidas sociales hasta que se convenzan de vacunarse.
Las declaraciones generaron gran controversia en el país europeo, con oponentes políticos de ambos lados del espectro criticándolo. Las declaraciones llegan un par de meses antes de las elecciones presidenciales de abril. La entrevista también causó que la votación en el Congreso por las medidas de emergencia para restringir el acceso a los no vacunados sea atrasada dos días.
Declaraciones de Macron
En la entrevista por el diario Le Parisien, el mandatario utilizó el verbo emmerder, el cual al español se traduce como «fastidiar», «molestar», «joder» o «molestar la vida». La declaración no fue un lapsus de juicio por Macron. En Francia, el entrevistado puede revisar lo que ha dicho antes de que se publique.
“Yo no estoy a favor de fastidiar [emmerder] a los franceses. Me quejo todo el día cuando la administración lo hace. Pero bueno, a los no vacunados sí que tengo muchas ganas de fastidiarlos. Y vamos a seguir haciéndolo hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisión, y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podrán ir a un restaurante, no podrán tomar una copa ni ir al teatro, no podrán ir al cine…”
Emmanuel Macron, presidente de Francia
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El Gobierno de Macron lo ha respaldado con el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, confirmando que se trata de una ofensiva meditada contra los no vacunados. El primer ministro, Jean Castex, también lo confirmó diciendo que las declaraciones son coherentes con la estrategia del Gobierno.
«Hablemos francamente. ¿Quién le jode la vida a quién hoy en día? ¿Quién le arruina la vida al personal sanitario, a los restauradores, dueños de cine o teatros? Son los que se oponen a la vacuna.»
Gabriel Attal, portavoz del Gobierno francés
Coronavirus en Francia
Las declaraciones del presidente podrían ser a causa de la frustración por la nueva ola de COVID-19 en Francia. El miércoles, el país registró un número récord de casos con 332,000 nuevos contagios en un día. Por otro lado, sus números de hospitalizaciones siguen debajo del récord con 21,169 frente a 33,500. La cantidad de personas en cuidados intensivos también es muy por debajo del récord de 7,100 enfermos con solo 3,375 en el presente.
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En esta nueva ola los no vacunados han tenido un gran rol, aumentado su severidad. De los todos los hospitalizados, 56% son no vacunados; de todos los pacientes en cuidados intensivos 63% son no vacunados. Esto supondría que los no vacunados son la mayoría de casos de COVID-19 en hospitales. Mientras tanto, los «refractarios», como los llama Macron, son solamente 5 millones de una población de más de 67 millones.
Justo este jueves el Congreso francés aprobó la medida de emergencia de Macron. El Congreso había suspendido el debate sobre la medida después de las declaraciones del martes, pero lo discutió hoy. Si la medida es aprobada por el Senado, los mayores de 12 años tendrán que estar vacunados para ir a restaurantes, museos, gimnasios, cines o usar ciertos transportes. Tener una prueba negativa de hace 24 horas ya no sería válido con el nuevo pasaporte de vacunación.
Reacciones
Las declaraciones del mandatario francés causaron que la oposición de izquierda y derecha se unan para criticarlo. Los candidatos presidenciales de extrema derecha Éric Zemmour y Marine Le Pen criticaron las palabras «vulgares» del presidente. El comunista Fabien Roussel sostuvo que lo expresado por Macron era concertante e indigno. La socialista Anne Hidalgo, como otros, lo acusó de dividir al país, y la conservadora Valérie Pécresse indicó encontrarse indignada.
Estas declaraciones llegan a solo 4 meses de abril donde es posible que Macron se relance para la presidencia. Mientras que el presidente ha sido atacado en el pasado por actuar de manera arrogante e indignante, no es la primera vez que lanza comentarios controversiales. El presidente ya había llamado «holgazanes» y «gente que no es nadie» a opositores de su reforma laboral.
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Sin embargo, analistas no saben si las declaraciones han sido un error o una acción increíblemente calculada. El presidente tiene un gran apoyo de la población sobre sus posiciones acerca de la vacuna y ya sabía que los antivacunas no iban a votar por él. Expertos creen que, con este terremoto a la clase política, Macron quiere conducir el debate presidencial hacia el tema de las vacunas. Lo único que se sabe es que todavía es muy temprano para decir como afectará esto al mandatario.
