Israel cuenta con un extenso sistema antimisiles compuesto por varias baterías que tienen como objetivo neutralizar diferentes tipos de proyectiles. Uno de los componentes clave de este sistema es el Domo de Hierro, diseñado específicamente para interceptar cohetes de corto alcance. Esto lo ha convertido en una pieza esencial para la defensa del país en los últimos años.
El Domo de Hierro es un sistema antimisiles que protege ciudades como Tel Aviv al interceptar cohetes dirigidos hacia áreas pobladas. Además, incorpora un radar capaz de detectar la trayectoria de los proyectiles. Esto permite alertar a la población antes del impacto inminente. Según el fabricante Rafael Defense Systems, el sistema tiene una tasa de éxito del 90%. También existe una versión marítima llamada «C-Domo», que cumple funciones similares en el ámbito naval.
Contexto histórico
La necesidad de un sistema de defensa antiaérea en Israel se remonta a los conflictos que el país ha enfrentado desde su creación. En particular, el conflicto con Hezbolá en 2006, donde se lanzaron miles de cohetes hacia territorio israelí, subrayó la vulnerabilidad del país ante ataques aéreos. Las lecciones aprendidas de este conflicto llevaron a un impulso renovado en el desarrollo de tecnologías defensivas.
El nombre «Domo de Hierro» evoca la idea de una burbuja protectora sobre las ciudades. En términos prácticos, el sistema puede detectar misiles dentro de un rango de entre 4 y 70 kilómetros. Así, responde a el lanzamiento de un misil interceptor Tamir hacia aquellos proyectiles que representan una amenaza real. Generalmente, los objetivos son áreas de gran importancia estratégica, como zonas urbanas densamente pobladas. De esta manera, el sistema antimisiles utiliza un radar para detectar proyectiles entrantes y transmitir esta información a las áreas en riesgo, alertando a los residentes con hasta un minuto de antelación.
Sin embargo, en algunos casos, la advertencia puede llegar solo unos segundos antes del impacto. Israel comenzó a desarrollar el Domo de Hierro en febrero de 2007. Después de varias pruebas, fue declarado operativo en 2011. El sistema se ha probado extensamente, especialmente durante los conflictos entre Israel y los palestinos. Un ejemplo de ello fue en mayo de 2021, periodos de mayor violencia en los últimos años. Durante ese conflicto, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que se lanzaron más de 1.600 cohetes desde Gaza, con un 90% de intercepción exitosa por parte del Domo de Hierro.
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Estructura y funcionamiento
El sistema está compuesto por tres elementos clave: un radar de detección y seguimiento, un sistema de control de armas y gestión de batalla, y una unidad de disparo de misiles. Cada batería móvil incluye un radar para identificar las amenazas, un sistema de control y un lanzador de misiles. Según informes, actualmente Israel opera 10 baterías. No obstante, un funcionario de defensa ha señalado que se necesitarían al menos 13 para proteger completamente todas sus fronteras. Hasta la fecha, el Domo de Hierro ha interceptado más de 2.000 proyectiles y mantiene una tasa de éxito superior al 90%. Este sistema es fácil de transportar y se puede desplegar en cuestión de horas, bajo cualquier condición climática.
El desarrollo del sistema comenzó en 2007, y fue declarado operativo en 2011. En su primera prueba real, durante la Operación Pilar Defensivo de 2012, el Domo de Hierro interceptó el 85% de más de 400 cohetes lanzados desde Gaza. En mayo de 2019, el sistema también logró una tasa de intercepción exitosa del 86% en áreas urbanas durante otro conflicto en Gaza.
Colaboración con Estados Unidos
Es importante resaltar que el sistema cuenta con el apoyo de Estados Unidos. Aunque el desarrollo inicial fue obra exclusiva de Rafael Defense Systems, el gobierno estadounidense aprobó una ayuda financiera en 2010. Así, asignó 205 millones de dólares para el Domo de Hierro. Posteriormente, en 2012, el presidente Barack Obama anunció un nuevo fondo de 70 millones de dólares para seguir apoyando el proyecto. Aunque inicialmente Israel era el único propietario de la tecnología, en 2011 Estados Unidos solicitó la copropiedad de la misma. De esta forma, en 2014 ambos gobiernos firmaron un acuerdo para permitir la producción de componentes del Domo de Hierro en territorio estadounidense.
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Críticas y desafíos
A pesar del éxito del Domo de Hierro, ha enfrentado críticas sobre su costo operativo. Cada misil interceptor Tamir tiene un costo estimado entre $35,000 y $50,000, mientras que los cohetes lanzados por grupos militantes pueden costar tan solo $800. Esta disparidad plantea preguntas sobre la sostenibilidad económica del sistema si se producen ataques masivos. Asimismo, no dispara automáticamente todos los proyectiles entrantes; solo lo hace si determina que representan una amenaza real. Esto significa que durante ataques masivos, puede haber momentos en que el sistema esté sobrepasado por la cantidad de cohetes lanzados simultáneamente.
Israel está trabajando para mejorar continuamente el Domo de Hierro y aumentar su capacidad operativa. Se prevé que futuras actualizaciones incluyan mejoras en la interceptación a mayores distancias y la capacidad para manejar múltiples amenazas simultáneamente. Así, la investigación y desarrollo continúan siendo una prioridad para las Fuerzas Armadas israelíes. Se están explorando tecnologías emergentes, incluyendo sistemas basados en láser que podrían complementar la capacidad del Domo al ofrecer alternativas más económicas para neutralizar amenazas aéreas.