Según el grupo de vigilancia de Internet Citizen Lab de la Universidad de Toronto y el grupo de derechos digitales Access Now, entre junio de 2020 y noviembre de 2021, más de la mitad de los celulares de los trabajadores del medio informativo «El Faro» de El Salvador fueron hackeados con el software espía Pegasus de la empresa israelí NSO Group. Este miércoles, «El Faro» dio a conocer los resultados del análisis forense de Citizen Lab, el cual concluyó que se interviniero a, al menos, 22 miembros del medio hasta en 226 ocasiones por el software.
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Los investigadores no hallaron quiénes se encuentran detrás del hackeo, pero el Gobierno de El Salvador es el principal sospechoso. Desde el 2019, año en que se fundó el diario, el presidente Nayib Bukele tiene una relación complicada con el medio, quien reveló investigaciones como el pacto entre el mandatario y las pandillas. La oficina de comunicaciones de Bukele, a través de un comunicado enviado a la agencia Reuters, negó ser cliente de la empresa israelí o estar relacionado con Pegasus.
Además, asegura que su Gobierno se encuentra investigando el ataque cibernético y que funcionarios del mismo también han sido víctimas del hackeo. La empresa NSO Group, mediante un comunicado, indicó solo vende el software de espionaje Pegasus a gobiernos y agencias legítimas de inteligencia bajo la autorización del Ministerio de Defensa de Israel. También señaló que no gestiona su tecnología una vez que la entrega a un cliente y desconoce. Tampoco comentó si el Gobierno de El Salvador adquirió Pegasus.
¿Qué es Pegasus?
Creada por la empresa israelí NSO Group, Pegasus es un sistema de espionaje que infecta dispositivos con sistemas Android e iOS. El software permite extraer mensajes, fotografías, correos electrónicos, grabar llamadas, activar en secreto micrófonos y cámaras, y geolocalizar el dispositivo. Según la empresa, Pegasus tiene el objetivo de combatir el terrorismo y la delincuencia. Pero, como en el caso de El Salvador, también se usa para sustraer información privada de civiles y de políticos.
Para que el software empiece a operar, primero envía un mensaje o realiza una llamada al celular del «objetivo». No necesita que se abra el mensaje o que acepte la llamada para ser instalado y activado, lo cual, lo vuelve indetectable. Una vez instalado, el software es dirigido por un panel de control remoto por el cual se activa el micrófono y demás funciones. El software actúa como una aplicación más, haciendo que el procesador del dispositivo vaya más lento y consuma más batería.
Tiene la capacidad de autodestruirse sin dejar rastro si no ha logrado su objetivo en un tiempo determinado o en caso que se haya instalado en el dispositivo equivocado. No es la primera vez que se habla del software Pegasus. Anteriormente, se ha usado en periodistas, activistas y opositores de países como México, Hungría y Arabia Saudita. Desde noviembre del año pasado, Pegasus se encuentra en la lista negra de Estados Unidos tras ser acusado de piratear a civiles inocentes. Se estima que, alrededor del mundo, más de 600 políticos y funcionarios, 189 periodistas y 85 activistas, entre otros, han sido víctimas de espionaje.