En medio de la crisis por la invasión a Ucrania, el chavismo hace señas frente a Estados Unidos. Asimismo, ajusta términos con Rusia para sacar provecho de lo sucedido en Europa.
Desde un inicio, Nicolás Maduro demostró un fuerte respaldo a su colega Vladímir Putin en Ucrania. Sin embargo, pocos días después, realizó un cambio en sus predicciones y llamó al diálogo entre los dos países en conflicto. La decisión fue tomada luego de recibir una delegación estadounidense en el palacio de Miraflores a principios de este mes.
Dicha visita, representa el más alto acercamiento de estos dos países desde 1999. Venezuela y Estados Unidos no poseen relaciones diplomáticas desde el año 2019. Este inesperado acercamiento, con una fuerte tensión por las sanciones impuestas al país petrolero, fue calificado por maduro como «respetuoso, cordial y muy diplomático».
Cuatro días después, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y el canciller Félix Plasencia sostuvieron un encuentro con el canciller ruso, Serguei Lavrov, en Turquía. Aún no se ha trascendido información relevante de sus conversaciones.
Desde ese momento, Venezuela decide jugar en ambos bandos, en medio de un conflicto geopolítico. El chavismo abrió la puerta dándole un vuelco a su protagonismo a nivel internacional.
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Una nueva misión del Chavismo
Los comentarios de Delcy Rodríguez, con respecto a la política exterior de Venezuela, fueron que «nunca estaría en las filas de la guerra». Por su parte, Maduro posteriormente comentó que comenzaría el regreso de las negociaciones con la oposición. Asimismo, aseguró que esto fue una reiterada petición de Estados Unidos.
Para esto, el diálogo de ambas naciones estaba congelado desde octubre pasado. A raíz de que el chavismo se retiró en protesta por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, acusado por lavado de dinero y señalado como el presunto testaferro de altos cargos venezolanos.
Tampoco olvidemos que el Gobierno venezolano también liberó a dos estadounidenses, uno de ellos un exgerente de la refinería Citgo, detenidos arbitrariamente desde hace varios años. Estos pasos evidencia el gran interés y la oportunidad de Maduro de mantener este canal abierto para las concesiones.
Finalmente, Washington acude a Caracas en medio de una crisis en el mercado energético mundial, debido a la invasión rusa. Este fue un evento que ha disparado los precios del petróleo.
La Casa Blanca señaló que en la agenda de la reunión se incluyeron asuntos de “seguridad energética”. Esto abre la posibilidad de que Venezuela vuelva a convertirse en un proveedor de crudo para la nación norteamericana, tomando la pequeña cuota que aportaba Rusia, cuyo petróleo ha sido vetado por Estados Unidos y Reino Unido.
Hasta ahora, Rusia no ha reaccionado públicamente a estos acercamientos que suponen un vuelco en la geopolítica de la región y del conflicto. Sin embargo, Estados Unidos ha tratado de bajarle el volumen a uno de los asuntos discutidos con Maduro: la posibilidad de que Venezuela vuelva a ser su proveedor de crudo y tome el mercado que suplía Rusia, apenas 1% de su consumo y 3% de sus importaciones.
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