Hoy, el gobierno de Estados Unidos anunció que reducirá, en los próximo 15 años, el 85 % de sus emisiones de hidrofluorocarbonos (HFC). Dichos gases son empleados en aires acondicionados y sistemas de refrigeración, y se han convertido en unos de los principales responsables del calentamiento global. La meta es disminuir emisiones, con el objetivo que en el año 2050 se haya reducido el equivalente a más de 4.500 millones de toneladas de dióxido de carbono, según detalló la Casa Blanca.
“Es una victoria para el clima y para el empleo y la competitividad de Estados Unidos. Es realmente un gran acuerdo”
Gina McCarthy, coordinadora nacional del clima de la Casa Blanca
TAMBIÉN ENTERATE DE: ¿Qué vacunas permiten el ingreso a Estados Unidos?
¿Cómo se alcanzará esta meta?
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos será la encargada de establecer los nuevos reglamentos para estos gases de efecto invernadero. Según estudios, estos pueden ser más peligrosos que el dióxido de carbono y son de uso habitual en los sistemas de enfriamiento, o refrigeración.
Para alcanzar el objetivo planteado, la EPA establecerá un límite a los hidrofluorocarbonos hasta 2023, asignando derechos a las empresas que los fabriquen o importen en los próximos dos años. Y hacia el 2036, la agencia reducirá aún más su uso con una regulación adicional, según información de The Washington Post.
Avipsa Mahapatra, responsable de la campaña sobre el clima de la Agencia de Investigación Medioambiental (EIA), elogió a los reguladores por abordar a los que denominó “los supercontaminantes más potentes conocidos por la humanidad en este momento”.
DESCUBRE MÁS: Martín Vizcarra solicitará una pensión vitalicia ante el Congreso
¿Qué son los HFC?
Los hidrofluorocarbonos (HFC) fueron en algún momento una solución medioambiental. Sustituyeron a otras sustancias químicas que, al ser liberadas a la atmósfera, erosionaban la capa de ozono protectora de la Tierra. Sus propiedades para atrapar el calor seguían agravando el calentamiento global, por lo que, en 2016, los líderes mundiales firmaron la Enmienda de Kigali. Fue una actualización del Protocolo de Montreal de 1987, para frenar estos supercontaminantes.
Dicha ley es el resultado de las exitosas negociaciones entre los aliados demócratas y republicanos interesados en frenar los gases de efecto invernadero y los fabricantes de productos químicos deseosos de vender refrigerantes alternativos. El jefe de la EPA, Michael Regan, la calificó como “una de las leyes medioambientales más importantes de la historia reciente.
Si la reducción de estos gases HFC se da a nivel global, en sintonía con los objetivos de la enmienda Kigali, los expertos apuntan a que se podría frenar en 0,5 grados centígrados el calentamiento global para 2100. Por ello, en los reglamentos para la reducción de hidrofluorocarbonos, también se diseña un plan para prevenir la importación y producción ilegal de estos gases y otro para desarrollar alternativas a los mismos.