El pasado 28 de septiembre la marcha realizada por colectivos feministas, conmemorando el “Día de Acción Global para el Acceso al Aborto Legal y Seguro” en Ciudad de México, generó polémica en los medios de comunicación. La manifestación se convirtió en un enfrentamiento entre un grupo de mujeres policías y manifestantes. Según el reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), 43 mujeres oficiales del Grupo Atenea resultaron lesionadas por diversos golpes y quemaduras. Cuatro fueron trasladadas a un hospital. También trece civiles resultaron lesionadas y fueron atendidas.
Las manifestantes a través de sus redes sociales comentaron que se les canceló su derecho a protestar libremente y denunciaron que fueron atacadas por las autoridades. Una integrante de la Brigada Marabunta, activistas que trabajan para que se respete el derecho de los ciudadanos, informó que había tres manifestantes con lesiones de primer grado, consecuencia del gas lacrimógeno y polvo seco químico de los extintores que arrojaron los policías.
En respuesta a sus declaraciones a través de un comunicado, la SSC rechazó que las integrantes policiales utilizaran gas pimienta o lacrimógeno para dispersar a las manifestantes. Aseguraron que sólo contaron con equipo de protección personal y extintores para mitigar cualquier incendio.
En la marcha la Subdirectora de la Policía Metropolitana, Guadalupe Hernández, fue golpeada con un martillo en su brazo. “Desde el momento en que empezó, la manifestación fue agresiva y fue directamente contra nosotras. Lo más fuerte que vi fue ver a mis compañeras incendiándose o ver a mis compañeras que las estaban agrediendo”, mencionó Hernández en una entrevista.
Este miércoles se dio a conocer a través de un diario mexicano “Excélsior”, una carta escrita por el grupo Atenea dirigiéndose a los colectivos feministas. En este escrito se manifiesta su enojo y un llamado de atención al abuso contra las autoridades. Tiene como objetivo apaciguar y generar conciencia sobre los futuros encuentro. Las integrantes de los colectivos a través de sus redes sociales dan a conocer su descontento por impedir su manifestación y reafirman su convicción por seguir luchando para que el aborto sea ley.