El viernes 28 de enero, se desató una tragedia ambiental en Ecuador; ocasionada por la ruptura de un tubo del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). El derrame ha llegado al río Napo, afluente del Amazonas, incrementando el impacto medioambiental y privando a muchos indígenas de su actividad de sustento diaria, la pesca. Además, un nuevo daño de tuberías ha sido detectado el día de ayer, desatando temor de que se replique el incidente.
¿Cómo se dio el derrame?
El incidente fue producto de las fuertes lluvias en el sector de Piedra Fina, San Luis; que ocasionaron el deslizamiento de rocas que conllevo a la ruptura de un tubo del OCP. De acuerdo con OCP Ecuador S.A.C empresa encargada del oleoducto, tan rápido como el incidente fue reportado, activó su protocolo de emergencia junto con las acciones de contención necesarias.
Este lunes, se ha registrado una nueva ruptura en un tubo cercano al área de ruptura del viernes pasado. Por lo tanto, las labores de reparación suponen un mayor tiempo para la reanudación de operaciones del ducto, el cual fue suspendido desde el primer incidente.
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Riesgo permanente al derrame
El oleoducto OCP se encuentra en constante riesgo de derrame, debido a la cantidad e intensidad de lluvias que se dan en la zona. Pues, no solo esta expuesto a deslizamientos de piedras constantes; sino también, a hundimientos de tierra.
En 2020, el OCP y el Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (Sote) debieron paralizar el transporte de crudo, debido a un hundimiento de tierras que afectó las tuberías. A raíz de la rotura de estos oleoductos, el gobierno ecuatoriano declaró fuerza mayor para las exportaciones del hidrocarburo. Dado que, el petróleo es el principal producto de exportación de Ecuador; la producción de petróleo del país decayó de un promedio de 530.000-540.000b/d a 115.000b/d el 14 de abril, semana en la que se dio el derrame.
Por estos motivos, la compañía OCP Ecuador S.A.C realiza acciones preventivas cuando la lluvia incrementa. Por ejemplo, en 2021, con el aumento inusual de lluvias en el sector de Papallacta; se procedió a la evacuación del personal de la estación de la zona y la suspensión del bombeo del oleoducto de forma preventiva hasta que los riesgos no constituyan una amenaza para el personal y la operación.
Sin embargo, en esta ocasión pese al incremento de lluvias las medidas preventivas no fueron implementadas a tiempo y las consecuencias son graves. Frente a esto, surgen cuestionamientos sobre la idoneidad de la ubicación de estos oleoductos y la eficacia de las medidas de prevención de la compañía.
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Impacto en los afluentes del Amazonas
En primer lugar, al haber llegado el derrame a los ríos Coca y Copa, los principales perjudicados son las poblaciones indígenas ribereñas. Estas se sustentan principalmente de la pesca, por ello la contaminación de los ríos los afecta gravemente; ya en anteriores incidentes ha surgido el temor a la hambruna por parte de los indígenas de esta zona.
A partir del actual acontecimiento y la emisión del Decreto Ejecutivo N°151, que pretende abrir nuevas concesiones mineras y agilizar trámites ambientales. La CONFENIAE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana), presentaron ante la Corte Constitucional de inconstitucionalidad a el decreto mencionado, pues este pretende ampliar la inversión, sin tener en cuenta los derechos de las comunidades indígenas y los conflictos ya existentes en torno a este tema.