La llegada de la variante Ómicron ha preocupado al mundo y ha develado la desigualdad en el proceso de vacunación. Sin embargo, a pesar de esto, los países más ricos siguen pensando en sus intereses nacionales y ya planifican una cuarta dosis de la vacuna anti-covid. Mientras que en la mayoría de países africanos no se ha inmunizado a la población ni con la primera o segunda dosis.
Reparto desigual de vacunas
El pasado miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS), criticó los programas de refuerzos de las vacunas contra el COVID-19. Esto es debido a que los países más pobres aún no han sido inmunizados con las primeras dosis. Además, advirtió que la desigual vacunación puede traer como consecuencia que el virus siga mutando y la pandemia no termine.
Según el Grupo Asesor Estratégico de Expertos (SAGE), el objetivo debe seguir siendo la disminución de las muertes y las enfermedades graves. Conforme a esto, las dosis de refuerzo deben estar basadas en evidencia y dirigidas principalmente a inmunizar al grupo de población con mayor riesgo. En la actualidad, aproximadamente el 20% del total de dosis se administran con fin de refuerzo.
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África: el continente olvidado
Según la Universidad de Oxford, solo tres de cada 100 personas han sido completamente vacunadas contra el COVID-19 en los países más pobres del planeta, a pesar de la existencia de vacunas seguras y eficaces desde hace casi un año. En promedio, tres de cada cuatro trabajadores de la salud en África siguen sin inmunizarse. Solo la mitad de los países han logrado vacunar al 40% de su población, debido a la desigualdad de la vacunación en el escenario global.
En el continente africano la cifra de vacunados es del 7%. Existen países donde prácticamente nadie ha sido inmunizado, como Burundi (0,0025%), República Democrática del Congo (0,06%) y Chad (0,42%).
Conforme la viróloga Nicksy Gumede-Moeletsi, trabajadora de la OMS en Brazzaville, República del Congo, la expansión fuera de control del coronavirus es el caldo de cultivo perfecto para la aparición de peligrosas nuevas variantes como la Ómicron. Señala que mientras la cobertura de vacunación sea tan baja, especialmente en África, la posibilidad de que las variantes sigan diseminándose es alta.
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Correlación entre vacunación y nuevas variantes
La aparición de nuevas variantes se ha producido en lugares donde la vacunación era muy baja. Alpha, la primera en estallar tras la pandemia, surgió en Reino Unido hace más de un año. Gamma, apareció en Brasil y Delta en India, a inicios del otoño, cuando en ambos países la inmunización recién estaba empezando. Ómicron surgió hace un mes en Sudáfrica, donde solo un poco más del 25% de su población está inmunizada. Además, en este país africano existe una importante reticencia de la población a vacunarse.
Destrucción de vacunas
El miércoles, cerca de un millón de vacunas contra el COVID-19, suministradas por el mecanismo Covax, se destruyeron en Nigeria, país donde solo el 3% se encuentra inmunizado. Esto debido a que se encontraban vencidas.
Este no es el primer anuncio de este tipo que llega desde países en desarrollo. En abril, aproximadamente 20,000 dosis se destruyeron en Malaui y 60,000 más en Sudán del Sur, países a los que posteriormente se sumaron otros. Según Richard Mihigo, gerente regional de inmunización de la OMS, hasta julio, solo en el continente africano, se habían destruido cerca de 450,000 dosis de vacunas. Estas vacunas fueron donadas por naciones ricas, pero caducaron antes de que pudieran ser inyectadas.
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Cuarta dosis de vacunación en los países ricos
El comité de expertos del Ministerio de Sanidad de Israel votó el jueves a favor de proporcionar la cuarta dosis a su población en riesgo: los mayores de 60 años, los inmunodeprimidos y los miembros de los equipos sanitarios, solo si han pasado cuatro meses desde la tercera aplicación. De 9.3 millones de habitantes en Israel, 4,167,625 han recibido la tercera dosis de Pfizer y 5,844,448, la segunda. Sin embargo, en el último mes no se ha registrado las cifras esperadas por las autoridades entre los niños con edades comprendidas entre los 5 y 11 años.
Las autoridades sanitarias de Chile señalaron que, a partir del 15 de febrero, se comenzará a administrar una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus a grupos selectos. Entre los que se incluyen adultos mayores, personal sanitario y personas con comorbilidad. Actualmente, el país suma más de 16.5 millones de personas vacunadas con dos dosis, actual esquema completo, representando un 86.7% de la población. El 6 de diciembre pasado se comenzó a vacunar a niños desde los tres años.
El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, se mostró convencido de que la variante Ómicron necesitará la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna anti-coronavirus, a pesar de que científicamente no existan datos concluyentes en la actualidad. Según él, la dosis de refuerzo contribuye a evitar entre el 70 % y el 80 % de los contagios sintomáticos. Hasta el martes, el 73.6% de la población, 61.2 millones de personas, se habían vacunado. El 70.5 %, 58.7 millones, con el esquema completo, mientras el 33.8 % ,28.1 millones, había recibido ya una dosis de refuerzo.