Hoy se realizó una apertura del G20 (Grupo de los 20) en Roma, Italia para que los países integrantes junto a organizaciones como la Unión Europea puedan discutir sobre las políticas relacionadas con la promoción de la estabilidad financiera internacional y por supuesto el asunto más importante: la lucha contra el COVID-19. Es precisamente esta organización quién anunció una buena y considerable decisión: donar 100 millones de vacunas a los países pobres a finales del presente año.
«Debemos aumentar los esfuerzos para dar acceso a las vacunas con países de ingresos bajos y medios. Team Europe tiene la intención de suministrar por lo menos 100 millones de dosis a finales del presente año», afirmó la presidenta del Ejecutivo Europeo, Ursula von der Leyen. A su vez, indicó que Europa «hará su parte» y Bruselas (capital de Bélgica) se está trabajando con los Estados miembros para cumplir con la misión.
Los lideres del UE se reúnen la próxima semana en una cumbre extraordinaria donde discutirán la propuesta planteada por von der Leyen, según algunas fuentes europeas. Bajo la perspectiva de ‘Equipo Europa’, el bloque europeo está operando en un marco común ante la crisis del coronavirus y se considera un éxito su asistencia humanitaria a otros países durante la pandemia.
También, el viceministro Mario Draghi, señalo que «mientras los integrantes del UE se vayan preparando para la próxima pandemia, la prioridad es que todos superen la actual».
COVID-19: un factor que golpea mucho a países pobres
En menos de un año, el COVID-19 ha golpeado fuertemente a los países pobres y vulnerables que se han visto apoyados por los servicios que brinda la Asociación Internacional del Fomento (AIF), organismo del Banco Mundial. A medida que la pandemia afecta más, la AIF duplicó sus esfuerzos incrementando rápida y sustancialmente el financiamiento para sus 74 países clientes y adelantando casi la mitad de los USD 82 000 millones.
Tristemente, en muchos de esos países nuestros esfuerzos no bastan para enfrentar las constantes presiones económicas vinculadas con el COVID-19. Según el informe Perspectivas de la Economía Mundial, publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), se planea que para finales del presente año, las necesidades de financiamiento externo de esos países clientes de la AIF habrán aumentado hasta llegar al 3 % del PIB, lo que representará más de USD 67 000 millones por encima del promedio histórico de los últimos cinco años.