En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial, alcanzando grandes resultados como el alunizaje exitoso de una sonda en el lado oscuro de la Luna en enero de 2019, hecho que hasta la fecha ningún país había logrado. La sonda lunar china más reciente, la Chang’e 5, viajó en 2020 y recogió 1.731 gramos de muestras de terreno lunar.
Ahora, el martes 25 de abril dieron detalles acerca de los planes de construcción de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS por sus siglas en inglés), un proyecto a desarrollar en tres fases.
Según Wu Weiren, diseñador jefe del Programa de Exploración Lunar de China, las próximas misiones Chang’e-6, Chang’e-7 y Chang’e-8 jugarán un rol fundamental para la primera fase de construcción de la estación de investigación, la cual buscará formar el modelo básico de la estación de investigación.
El lanzamiento de la sonda lunar Chang’e-6 se proyecta para alrededor del 2024, y tendrá la función de recolectar muestras de la superficie del lado oscuro de la luna. Esta misión será la primera en su clase, pues traerá muestras lunares desde el lado oscuro del satélite natural.
Por otra parte, el Chang’e-7, cuyo lanzamiento se estima para el 2026, tendrá por objeto el alunizaje en el polo sur de la Luna, donde investigará acerca del ambiente y la presencia de recursos como el agua. Y el Chang’e-8 se lanzará alrededor del 2028, y consistirá en la realización de experimentos acerca del uso de recursos lunares.
En conjunto, estas tres sondas «formarán el modelo básico de una estación de investigación en la Luna», que se espera que esté completa antes de 2028, recalcó Wu.
En la segunda fase, la versión mejorada de la ILRS de 2040 le permitirá a los científicos llevar a cabo investigaciones en el esquema espacial Sol-Tierra-Luna. Y, simultáneamente, China se completará la formación de una constelación de satélites, denominada Queqiao (Puente de la urracas), a fin de brindar servicios de comunicaciones, navegación y detección remota para los alunizajes tripulados y la exploración del espacio profundo.
Por último, en la tercera fase, la estación de investigación se modificará paulatinamente para transformarla de una estación experimental orientada a la investigación científica a una base lunar multifuncional y dirigida a la aplicación.
El diseño
La ILRS involucrará cinco sistemas de infraestructura, éstos siendo: un sistema de transporte Tierra-luna, un sistema de operación y de suministro a largo plazo en la superficie lunar, un sistema de transporte y operación en la superficie lunar, una instalación de investigación científica lunar, y un sistema de soporte y aplicación en tierra.
A su vez, la ILRS contará con módulos de aterrizaje, rovers y saltadores lunares. También necesitaría de una fuente de energía, infraestructura de comunicación y apoyo a la vida humana. Respecto a la forma de energía a utilizar, Wu comentó que «actualmente estamos desarrollando un nuevo sistema de energía donde la energía nuclear puede proporcionar un suministro de alta potencia y de larga duración». En este sentido, deberán construir un nuevo tipo de planta de energía nuclear con capacidad suficiente para soportar las condiciones de la Luna, tales como las altas temperaturas, los potenciales golpes de meteoritos y la falta de capacidad de usar agua para el enfriamiento.
De igual modo, Wu añadió que el propósito de las misiones es sentar las bases para la edificación de una estación lunar, para lo cual se necesitarán de muchas tecnologías así como también de la investigación de los recursos disponibles en la Luna.
Sumado a su función de servir como centro de comando, la estación también será capaz de proporcionar suministros de energía, comunicación y navegación, traslados espaciales, investigación lunar y servicios de soporte en tierra.
Un proyecto en conjunto
Según las autoridades espaciales de China, desde la implementación del proyecto de sonda lunar del país en 2004, el país ha llevado a cabo la cooperación en la exploración lunar junto con más de 19 países en regiones de todo el globo, y ha firmado 23 acuerdos de cooperación internacional.
Desde la Administración Espacial Nacional China (CNSA), están «trabajando duro para promover el establecimiento de la Estación Internacional de Investigación Lunar (IRLS) con la cooperación de otros países» y que espera «establecer una organización internacional» tras su puesta en marcha, destacó Wu Weiren.
La IRLS actualmente cuenta con la colaboración de las agencias espaciales de China y de Rusia, así como la participación de países como Pakistán y Argentina, y organizaciones internacionales como la Organización de Cooperación Espacial de Asia y el Pacífico. Sumado a ello, en el momento, también hay más de 10 países negociando el acuerdo para participar, y se espera que todos los participantes del programa ILRS completen la firma de acuerdos de cooperación antes de finales del inicio de julio.
En este ámbito, China planea trabajar junto a socios globales para construir una versión básica de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS) antes de 2028, una versión mejorada de la ILRS antes de 2040 y otra completa con funciones de aplicación para alrededor de 2050, destacó Wu.