El Partido Comunista de China ha aprobado este martes la polémica ley de Seguridad Nacional que permite a Hong Kong penalizar con cadena perpetua a los activistas con delitos de terrorismo, secesión, colusión o subversión con injerencias extranjeras. Según informa el periódico South China Morning Post, la dirección de la Asamblea Nacional Popular (el parlamento chino), 162 diputados del comité decidieron aprobar el decreto de forma unánime, que en estos momentos es un tema tan controversial para los hongkoneses.
Xi Jinping, líder político de China, se encargó de firmar la ley tras un trámite acelerado. La población hongkonés está atemorizado por el golpe mortal al régimen de libertades que el gobierno chino había garantizado al territorio autónomo. Según la norma, “el gobierno central establecerá una oficina para la protección de la seguridad nacional” en Hong Kong. La jurisdicción se imputará dentro de las oficinas, solamente en casos de países extranjeros implicados, “se dé una amenaza grave e inminente que afecte a la seguridad nacional”
Carrie Lam, jefa del ejecutivo autónomo, es la encargada de dirigir el comité de Seguridad Nacional y el asesor nombrado por Pekín. Los activistas políticos de Hong Kong temen que usen en su contra la ley de silenciar sus demandas democráticas, porque Pekín usa este método en el continente. Por «incitar a la subversión contra el poder del Estado», numerosos disidentes chinos son juzgados diariamente. El problema para los hongkoneses es que sus derechos de expresión y libertad se suspendan bajo un dictamen en el parlamento.
La razón de esta ley, Pekín tiene como finalidad reprimir a los manifestantes, que en algunas ocasiones generan disturbios, y actualmente los activistas frenaron las protestas por la pandemia del COVID.19. Los opositores democráticos alcanzaron simpatizar a los hongkoneses, pero su favoritismo tendrá un impacto en las próximas elecciones legislativas con la nueva ley de Seguridad Nacional.