¿Qué sucede en Silala?
En el año 2016, Chile presentó una demanda para exigir el otorgamiento de derechos sobre las aguas del Silala, ubicado entre la zona del altiplano andino entre Chile y Bolivia. Este sistema hídrico se origina en el departamento boliviano de Potosí.
Luego, en el año 2018, Bolivia respondió la demanda formulada por Chile. En la contrademanda, Bolivia señaló que las aguas del Silala tienen origen en su territorio. Asimismo, afirmó que las aguas que desembocan en territorio chileno son aguas artificiales.
El viernes 1 de abril de 2022, se inició la disputa de las aguas del Silala entre Bolivia y Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Chile señala que este sistema hídrico debe considerarse como curso de agua internacional, por lo que esas aguas deben ser compartidas. Por su parte, Bolivia afirma que el Silala no pertenece a aguas internacionales, sino que esas aguas fueron desviadas artificialmente.
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¿Qué opiniones tienen los expertos?
Chile sustenta que el Silala es un curso de agua internacional. Por consiguiente, se debe regular de acorde a la «Convención de Naciones sobre el derecho de los usos de los cursos de aguas internacionales destinados a fines distintos a la investigación». Esta Convención contempla el uso equitativo y razonable del curso del agua. Aunque ambos países no suscriben esta Convención, es posible solucionar esto a partir del derecho consuetudinario.
Bolivia discutió el carácter internacional del río en 1999. Según Bolivia, una obra de canalización de 1928 hizo que incremente el caudal y, por tanto, esta obra originó que las aguas se desviaran al territorio chileno de manera artificial. Por ello, el gobierno boliviano alega que no se debería aplicar la costumbre internacional y, por tanto, no encajaría en el supuesto de «curso de agua internacional».
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Ahora en la Corte Internacional de Justicia
La subsecretaria de Chile, Ximena Fuentes Torrejón, tomó la palabra, señalando que «Chile y Bolivia comparten una frontera y muchos recursos naturales, incluidos ríos». Señaló que «Antes de 1969 la condición del rio Silala como curso de agua internacional nunca había sido cuestionada ni por Bolivia ni por Chile».
El equipo chileno también fue conformado por la coagente Carolina Valdivia, la coordinadora de la defensa de Chile, Johanna Klein Kranenberg, entre otros expertos. Klein sostuvo que «las acequias o cualquier obra hidráulica en Bolivia fueron realizadas por una empresa inglesa, en virtud de una licencia otorgada por Bolivia en 1908, de lo que se deduce que los canales y el supuesto flujo artificial no son de modo alguno atribuibles a Chile».
También, se refirió a los usos del río Silala en Chile para el consumo humano y el desarrollo industrial. Así, afirmó que «por el contrario Bolivia no ha demostrado ningún uso o necesidad del agua en su territorio».
Finalmente, los alegatos se pueden presentar hasta el 14 de abril. La primera ronda empezó con la presentación de Chile, mientras que Bolivia presentará su primera ronda mañana 4 de abril. Cabe recalcar que la última decisión de la Corte sobre la condición de las aguas internacionales del Silala debe ser acatada por ambas partes.