Tras ser duramente criticado por su actual gestión frente a la ola de COVID-19, el primer ministro de Quebec, François Legault, anunció que considera crear un impuesto sanitario a ciudadanos que no tengan, al menos, una dosis de vacuna. El anuncio se dio el martes 11 de enero durante una rueda de prensa. Días antes, el Ministro de Salud de Canadá, Jean-Yves Duclos, declaró que las provincias canadienses deberían de plantearse hacer obligatoria la vacunación contra el COVID-19.
«Todos los adultos en Quebec que no acepten en las próximas semanas al menos recibir una primera dosis, deberán pagar una factura. Porque tiene consecuencias sobre nuestra red sanitaria, no es el conjunto de los quebequenses quienes deben pagar por ello».
François Legault, Primer Ministro de la provincia de Quebec.
Legault declaró que, según cifras oficiales, aquellos que no se vacunaron representan el 10% de la población de Quebec, y suponen el 50% de los pacientes que se encuentran en UCI por COVID-19. Además, justificó su decisión en términos no solo de coste económico, sino, de justicia social para el 90% de la población que se encuentra vacunada. Para el mandatario provincial, la población vacunada no debería de pagar por quienes no lo están. Aún no se ha definido el monto de la contribución, pero será «significativo». Quienes no se han vacunado por razones médicas, no tendrán que pagar ese impuesto.
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La población no vacunada no recibió bien la noticia. En Facebook, un grupo antivacunas denunció que la medida supone una «guerra psicológica» y, de adoptarla, acudirían a los tribunales. Quebec es la segunda provincia más poblada de Canadá. Cuenta con 8 millones de habitantes que representan el 22% de la población del país. Este martes, la provincia registró 2.742 hospitalizaciones por coronavirus, de las cuales 255 se encontraban en UCI.
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Crisis sanitaria en Canadá
La falta de personal médico es uno de los mayores desafíos que las provincias del país norteamericano atraviesan. El mes pasado, en Quebec, se permitió que algunos trabajadores esenciales siguieran laborando tras dar positivo al virus para no paralizar los servicios sanitarios. Además, se ha impuesto la presentación de la prueba de vacunación para ingresar a tiendas de bebidas alcohólicas y de marihuana. Progresivamente se exigirá portar el «pasaporte covid» para ingresar a establecimientos dentro de la provincia.
Tras el anuncio de las imposiciones, según cifras oficiales, el gobierno provincial pasó de vacunar 1.500 a 6.000 personas al día. Quebec se ha convertido en una de las provincias con uno de los sistemas regulatorios de Canadá. Por otro lado, este martes, la provincia de Ontario anunció la contratación de 300 profesionales de salud con titulación extranjera para aliviar la carga en los hospitales. A esta medida, se le sumarán otros 5.700 estudiantes del área de salud, quienes serán contratados la próxima semana.
El ministro de Educación de Ontario, Stephen Lecce, anunció el retorno de las clases presenciales para el lunes de la próxima semana. Las escuelas no notificarán a los padres de un brote de SARS-CoV-2 hasta que se registre una tasa de ausencia mayor al 30% tanto de maestros como de estudiantes. El Director de Salud de la provincia defendió la decisión tras indicar que el riesgo de hospitalización en niños es menor. El gobierno provincial de Ontario distribuirá mascarillas N95 a maestros y personal escolar, así como mascarillas quirurgicas a los estudiantes.