Desde el 27 de septiembre, el conflicto por el control en el alto Nagorno Karabaj, entre Armenia y Azerbaiyán, ha dejado daños infraestructurales y cientos de muertos. Entre las personas fallecidas se encuentran militares y civiles.
El último viernes, en una junta directiva entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, acordaron no vulnerar a la población civil. La reunión se realizó en Ginebra, ciudad de Suiza, y duró aproximadamente 6 horas. El trato entre Armenia y Azerbaiyán consiste en no atacar deliberadamente a la población civil. Además, promover la participación en intercambio de cuerpos en el campo de batalla y proporcionar listas de prisioneros de guerra detenidos. Todo ello según el comunicado de los enviados de Rusia, Francia y Estados Unidos.
Los Copresidentes del grupo de Minsk de la OSCE, exigieron nuevamente a los países implicados cumplir con el alto al fuego. Este útimo se pactó el 10 de octubre bajo la mediación rusa.
En Estados Unidos se organizó una reunión para negociar por la paz en el Nagorno Karabaj. Sin embargo no se llegó a ningún acuerdo entre ambos países.
Según Nikol Pashinián, ministro armenio, el Ministerio de Exteriores ruso se comprometió a ayudar a Armenia durante la guerra. Ello solo en caso de que esta se extienda por todo el territorio del alto Karabaj.
«En correspondencia con el Acuerdo (de amistad, cooperación y ayuda mutua entre Rusia y Armenia del 29 de agosto de 1997), Rusia ofrecerá a Ereván todo el apoyo necesario si los combates se trasladan a territorio armenio», señaló la entidad en un comunicado.
La última guerra devastadora entre Azerbaiyán y Armenia fue en 1990, cuando murieron más de 30 000 personas, entre soldados y civiles.